Venezuela era el país de inmigrantes, durante la segunda guerra mundial, fue uno de los países suramericano escogidos por los desplazados de la guerra para ese momento, después, en la post guerra siguió la llegada de nuevos pobladores, alemanes, portugueses, italianos, españoles, fueron algunos que llegaron.
La buena actitud y simpatía, era el sello de fábrica de la sociedad venezolana, además del recibimiento de los gobiernos, al generar oportunidades para esas personas que salían de su país en búsqueda de una estabilidad.
Sin embargo, en el momento que Venezuela o muchos habitantes del país, ha necesitado la ayuda de esos gobiernos, donde muchos de sus habitantes hicieron buen dinero o se lograron estabilizar de alguna manera, es casi imposible que salgan a emigrar sin antes ser juzgados, confrontados, maltratados verbalmente, aunado que muchos los comparan como los colombianos en la propia era de Pablo Escobar.
Según datos de la ACNUR, 5,4 millones de venezolanos, han salido huyendo del actual gobierno, debido a las malas políticas económicas y la inestabilidad social-política que viven actualmente, con el 25% de los inmigrantes comprendidos entre niños y adolescentes, que han dejado de estudiar y se ven en riesgo de su integridad.
“A principio del decenio , solo había 6700 refugiados venezolanos. En los últimos años, tras el deterioro de las condiciones políticas, socioeconómicas y de derechos humanos en el país, el número de venezolanos desplazados al extranjero aumento vertiginosamente”, señala el informe de la agencia de la ONU para los refugiados.
A finales del decenio, los venezolanos constituían el segundo grupo más grande, con 93.300 refugiados reconocidos y otros 3,6 millones de desplazados en el extranjero. Además, a finales de 2019 había 794.500 solicitantes de asilo venezolanos.
La Agencia calcula que Estados Unidos registró durante la última década 1,7 millones de solicitudes de asilo, una situación que manifiesta “el deterioro de la seguridad, la violencia y la situación socioeconómica en zonas de Venezuela y Centroamérica”.
La inestabilidad en Venezuela también propició un fuerte aumento de solicitudes de asilo en Perú que se convirtió en 2019 en el segundo receptor más importante de ese tipo de peticiones de amparo a nivel mundial, si bien Colombia es el segundo país con mayor número de desplazados venezolanos, ya que alberga 1,8 millones.
En declaraciones al Consejo de Seguridad, Filippo Grandi, afirmaba hoy que la situación en Venezuela, “una de las más dramáticas de los últimos años”, más de cinco millones de personas han abandonado el país de los cuales 4,5 millones se trasladaron a 17 Estados de América Latina.
“El 80% de estos 4,5 millones, dependen de la economía informal, y desde el inicio de los confinamientos (por la COVID-19) en esos países están entrando en una espiral de muerte, indigencia y desahucios. Decenas de miles de ellos ante la carencia de estabilidad y de medios de subsistencia optan por volver a Venezuela en una situación sanitaria muy complicada”, explicó.
Caídos de Güiria
Hasta ahora son 23 las personas caídas aquel 12 de diciembre, en el frío mar de Güiria, debido a la negatividad del gobierno de Trinidad y Tobago de darle entrada, el cual, no lograron convencer a las autoridades de dejarles llenar el tanque se combustible al menos.
Muchos de estos venezolanos iban a pasar navidades con sus familiares, otros tenían la urgencia de una vida mejor, en la que pudieran empezar de nuevo, pero se encontraron con la injerencia diplomática, el cual a derivado una lucha de señalamientos entre políticos en Venezuela.
De igual forma, se espera una investigación de este caso por parte del gobierno venezolano, al que muchos han señalados como el verdadero culpable del desastre de alta mar, mientras otros, culpan a las sanciones del gobierno de EEUU, pero, para algunos no es la hora de buscar culpables, sino de actuar ante las acciones realizadas el pasado 12 de diciembre.
Una tragedia que tiene que llamar a la reflexión tanto a miembros de la administración de Nicolás Maduro, como también a los de oposición, el panorama país exige una salida negociada , un diálogo entre ambas partes, los venezolanos sufren la lucha de poderes y pierden la vida.
Asimismo el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell declaró, “la crisis política, humanitaria y económica del país solo se resuelve volviendo a votar y no con sanciones económicas ni con eventuales intervenciones militares extranjeras”.
Lo que puede generar una orientación a los políticos venezolanos para que se comience, un proyecto de salida de la crisis, llegando ha acuerdos entre ambos bando, por el bien de la sociedad civil, además se espera que el 2021 puede ser el año de entendimiento y unión, por el bien de la nación.
Con información del informe de la Agencia de la ONU para los refugiados
Deja una respuesta