Una antropóloga, que estudiaba las costumbres de una tribu africana, y a la que los niños de la aldea siempre seguían a todas partes, decidió organizar un juego para que, cuando marchase, continuarán recordándola con una sonrisa. Dispuso una bonita cesta de mimbre debajo del árbol más grande del lugar y les propuso realizar una carrera: el primero que llegara y cogiera la cesta, podría comerse todas las frutas él solo. Colocó a los niños alrededor del árbol, y cuando dio la señal de salida se quedó muy sorprendida. Todos se cogieron de las manos y corrieron juntos directo al premio. Una vez alcanzado el objetivo, se repartieron las frutas entre todos y sentados en el suelo se las comieron, mientras no paraban de reír. Intentando averiguar porqué habían actuado así, cuando uno solo podía haberse quedado con el contenido de la sesta, les preguntó la razón de su comportamiento y los pequeños respondieron UBUNTU amiga, como uno de nosotros podría ser feliz, si los demás estuvieran tristes. Con esta respuesta, la antropóloga lo entendió todo, entre ellos jamás habría competencia, sino colaboración, de hecho, la palabra UBUNTU significa “SOY QUIEN SOY PORQUE SOMOS TODOS NOSOTROS”
Ubuntu es una actitud mental prevaleciente entre los nativos del extremo sur de África, surge del dicho popular “umuntu, nigumuntu, nagamuntu “, que en zulú significa “una persona es una persona a causa de los demás.” Ubuntu es una regla ética sudafricana enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones entre éstas. La palabra proviene de las lenguas zulú y xhosa. Ubuntu es visto como un concepto africano tradicional.
Cuan profundo y potente es esta filosofía de vivir. La llamada sociedad occidental se crea y basa en la competencia. Ganar o perder fueron hasta hace poco las bases de la negociación de vida. Desde el comienzo de nuestra formación familiar y ciudadana nos inculcan trabajar duro para ser los primeros en una competencia, que posiblemente no es tal. Prepararse para rivalizar y vencer comienza desde la escuela y se afianza en la universidad, el mercado laboral, comercial y empresarial. La vida es definida como una jungla donde el más apto es el vencedor, sin dar margen para empates o igualdades.
Pero resulta que en el fondo “todos” somos la sumatoria de “todos”. Aprendemos, directa o indirectamente, de las personas con las que interactuamos y con los medios con los que nos conectamos. Y si somos todos, necesitamos actuar en consecuencia y con la conciencia de la importancia de nuestro aporte al colectivo. Nos necesitamos y debemos reconocernos como parte de ese todo. Es hora de comenzar a agregar valor a esa sumatoria.
Conceptos como el trabajo en equipo, la colaboración, la cooperación y la solidaridad comienzan a funcionar mejor a raíz de estos tiempos de locura. Pero aún existen enormes diferencias que saltar. Necesitamos conectarnos con nuestra esencia y la importancia de nuestro ser individual y grupal y asumir nuestras nuevas realidades. Todos somos uno. No podemos olvidarlo. Y debemos comenzar por agradecer todo nuestro aprendizaje, que viene de muchos y que impacta a otros.
Practiquemos el Ubuntu desde cualquiera sea nuestra trinchera. Comenzando por vernos iguales. Seamos solidarios entre nosotros, sin mezquindades y descubriremos un gran secreto universal: mientras más entreguemos, más recibiremos en consecuencia.
Que esta navidad 2020 nos permita el cambio como sociedad que necesitamos.
Felices Fiestas¡¡
Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com
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