La administración de Donald Trump ha decidido revocar la extensión del “Estatus de Protección Temporal” (TPS) que beneficiaba a más de 600,000 venezolanos en Estados Unidos, quienes se encontraban protegidos de la deportación. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anuló la medida implementada por la administración Biden, que había otorgado 18 meses adicionales de protección y acceso a permisos de trabajo para estos migrantes, según informes del diario The New York Times.Esta decisión se produce poco después de que las autoridades estadounidenses anunciaran la detención de 25 miembros del grupo criminal Tren de Aragua en una operación en Nueva York. En total, casi mil arrestos fueron realizados en un solo día, incluyendo a un miembro convicto de la Mara Salvatrucha.
La Casa Blanca afirmó que estas acciones son parte de un esfuerzo más amplio por parte de la administración Trump para llevar a cabo “la mayor operación de deportación masiva de criminales ilegales en la historia” del país.Noem participó en una operación de control migratorio en Nueva York, donde observó tanto detenciones penales como civiles, y declaró que su objetivo era “limpiar las calles”.
Aunque la administración Trump se ha comprometido a priorizar la deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales violentos, también se ha confirmado que se han llevado a cabo deportaciones de personas sin antecedentes criminales.La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, enfatizó que cualquier persona que ingrese ilegalmente a Estados Unidos es considerada un criminal y está sujeta a deportación. La administración Trump tiene como objetivo realizar cerca de un millón de deportaciones anuales, lo que representa un aumento significativo en comparación con las cifras registradas durante el mandato de Biden.
Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre si el Departamento de Seguridad Nacional cuenta con los recursos necesarios para implementar esta ambiciosa estrategia.
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