Desde un poco antes que Trump perdiera las elecciones, algunos “connotados” políticos venezolanos comenzaron a desinflarse; no solo políticos, también muchos de esos opinadores radicales dedicados a tratar de imponer su razón por encima de la lógica.
Pareciera que estos personajes están atravesando un guayabo ¡su despecho pues!.
¿Se desinfla la oposición? ¿Sin Trump estos personajes no son nada? ¿Trump era la única solución para salir de la dictadura? ¿Se cansaron? ¿Sin “la amenaza” mediática en la que se apoyaron de la intervención extranjera como única manera para salir de Maduro ya se les acabó la política? ¿No saben qué hacer?
¿Dónde está María Corina Machado?
¿Dónde está Antonio Ledezma?
¿Dónde está Aristigueta Gramko?
¿Dónde está PanamPost?
¿Qué es de la vida de García Banchs?
Y de Patricia Poleo ¿Qué me dicen?
¿Que se hicieron esos otros muy pocos personajes que se dedicaron a atacar a la misma oposición diciéndose opositores?
Aún recuerdo a Rafael Caldera en 1987 cuando pierde la nominación a la candidatura presidencial de su partido COPEI frente a Eduardo Fernandez, este decide “pasar a la reserva” lo que en principio en lo personal vi como un gesto no únicamente normal, sino decente permitiendo así el paso a las próximas generaciones políticas en Venezuela, pero lo que demostró más bien con el tiempo fue que sintiéndose derrotado y avergonzado, herido en su ego, hacer de su ausencia política que la gente se olvidara que fue desplazado, que su “propio” partido le dió la espalda y entonces agazapado quedó a la espera que apareciera alguna nueva oportunidad.
¡Y le llegó!
El anciano político, que estaba de muy bajo perfil, aprovechó el intento de golpe de Estado dado por el fracasado Hugo Chávez para resurgir y de nuevo tomar vida pública política. O sea, lo de Caldera no fue política en su momento, fue simplemente… ¡oportunismo!
Lo demás, es parte de la historia que aún estamos viviendo.
Pues bien, volviendo a 2021; ¿dónde están estos personajes que tan aguerridos fueron en contra de Guaidó y de la AN y que atacaron todo lo se hiciera para salir de la dictadura desde 2019 y todo el 2020? ¿O acaso en cada una de sus apariciones mediáticas, no atacaron más a la misma oposición que al régimen de Maduro?
Pues están desaparecidos de la opinión política venezolana. Parece que se quedaron sin el único aliento que tenían para sobrevivir en este extraño mundo político venezolano, y es que otros les hicieran el trabajo.
Hoy, están como Rafael Caldera desde 1987 hasta 1992, escondidos para no aparecer como los perdedores que han sido. Políticamente, no tienen nada que ofrecer en estos días.
Pero el daño ya está hecho, por cierto nada que no se pueda y deba recuperar, pero sembraron muy bien el desencanto generalizado en el pueblo opositor venezolano, la incredulidad y desconfianza sobre aquellos que aún luchan, se exponen y dan la batalla frente a la dictadura venezolana de hoy; y en honor a la verdad, desconfianza que tampoco tratan de hacer desaparecer.
La política en Venezuela se volvió visceral, donde la pasión se tragó a la lógica y la estrategia, los mencionados se aprovecharon de esto para tratar de mantenerse como políticos activos, casi únicamente desde las tribunas virtuales; o sea ¡de calle nada!
La oposición ha cometido, y por supuesto comete, errores, no solo porque no está unida, esta (la oposición) sabe a dónde quiere llegar pero no le es fácil conseguir el cómo, más aún con agentes divisionistas insertada en ella; también porque enfrente hay una cruel, inhumana y despiadada dictadura que está decidida a no entregar el poder ya que no solo se beneficia enormemente del mismo, sino además se expondría a situaciones legales graves para ellos y sus asociados internacionales de entregar o permitir que los saquen de donde están.
Ya se les olvidó esa fantasía militar de “todas las opciones” y sin ella se volvieron nadie, no saben pelear en política, al menos da la impresión que hoy se consideran perdedores y además, malcriados. O sea, están esperando a que la gente se olvide de sus errores y están esperando la primera rendija de oportunidad para decir un “se los dije” o cualquier otra cosa que suceda al mejor “estilo Caldera” y así aprovechar un chance para tomar de nuevo algún protagonismo político.
Sin embargo, allí aún está la oposición que no cede en su lucha por sacar a la dictadura de Miraflores, con sus aciertos y errores pero allí está, valiente y decidida; expuesta siempre al paredón de la crítica y que no ha escondido la cabeza como el avestruz de los oportunistas.
¡Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
TW / IG: @gmartin1961
Deja una respuesta