El segundo día de protesta de estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA) por mejores condiciones en el comedor universitario, terminó en robos a comercios y manifestaciones, luego de que efectivos de Polimérida reprimieran a los estudiantes y a ciudadanos que se encontraban alrededor de la zona donde protestaban.
Una tienda de ropa íntima y destrozos a la infraestructura pública, fue el saldo de la jornada que se tornó violenta cuando personas ajenas al movimiento estudiantil decidieron salir a la calle a aprovecharse del ataque que los organismos de seguridad emprendieron contra los estudiantes de la ULA.
Así lo aseguró Fabiana Santamaría, dirigente del movimiento Equipo 10 y consejera de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas (Facijup), quien señaló que funcionarios de Polimérida “nos cayeron a bombas lagrimógenas y nos acorralaron en la zona de Cardenal Quintero, mientras había gente alrededor mirando y contra ellos también empezó a arremeter la policía, por lo que la gente empezó a lanzarle piedras en respuesta al ataque”.
Aseguró Santamaría que luego del episodio de represión, del cual resultó herido un joven por perdigones, personas ajenas al movimiento estudiantil decidieron movilizarse y protestar encendiendo cauchos y trancando el paso vehicular por el viaducto Campo Elías.
Pese a la lluvia del momento comenzó una espiral de violencia que terminó con el robo de la tienda Mega Blumer, ubicada en la calle 25 esquina con avenida 3 Independencia, cuadras abajo de la sede de la Gobernación de Mérida y con el destrozo de algunas vallas y postes del céntrico sector.
Dirigentes aseguraron que quienes irrumpieron en la tienda no forman parte del movimiento estudiantil y narraron que los desconocidos ingresaron al local de manera violenta, llevándose lo que encontraron a su paso y huyendo hacia el conocido barrio Pueblo Nuevo.
Según reporte de funcionarios policiales, los desconocidos se llevaron prendas de ropa íntima, así como los puntos de venta.
Por estos hechos se conoció que en horas de la noche fueron detenidas tres personas, una de ellas adolescente.
Funcionarios de Polimérida, así como de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se mantiene en la calle para resguardar las propiedades e impedir que ocurran nuevos destrozos.
Mal servicio del comedor ULA
Desde hace tres semanas aproximadamente los estudiantes de la ULA han denunciado el mal servicio que se presta en el comedor universitario, donde aseguran que no ofrecen una alimentación balanceada, en lugar de carne “nos dan pellejo y huesos” y además no hay insumos ni cubiertos para comer.
Santamaría dijo que por esa situación han protestado pacíficamente exigiéndole al gobierno nacional que envíe los recursos a tiempo, tanto para la compra de alimentos como para la dotación de insumos, ya que muchos equipos y neveras están dañadas hace ya algunos meses.
Este martes una comisión de Observatorio de Derechos Humanos de la ULA realizó una visita al comedor del núcleo Liria y según Rigoberto Lobo, se constató que hay equipos dañados y que la entrega de alimentos la hace el gobierno a través de “compañías que al parecer son de maletín, ya que no entregan los alimentos en las condiciones necesarias para su preparación incluso han entregado alimentos que han sido devueltos por características que no garantizan su estado óptimo”.
Lobo dijo que el Gobierno también incumple con la cuota al entregar grandes cantidades de huesos y no carnes como tal. “El consumo diario de calorías ha bajado bastante en la bandeja de alimentos que reciben los estudiantes diariamente”, aseguró el vocero del Observatorio.
En Tovar protestaron por ventas controladas
No solo en la ciudad de Mérida se registraron protesta este martes, ya que en la ciudad de Tovar, capital del municipio homónimo también los ciudadanos salieron a la calle para expresar su descontento por los controles que se imponen para comprar alimentos de primera necesidad.
Habitantes de la localidad quemaron neumáticos y trancaron el paso por el sector El Corozo, el pasaje Burguera y la avenida Bolívar, ante la tardanza en la venta de productos regulados y las condiciones que los establecimientos colocan para que los ciudadanos puedan llevarse lo que desean.
Los manifestantes aseguraron que la venta restringida por el terminal de cedula y además condicionada, viola el derecho a la alimentación.
Esta es la segunda ocasión, en una semana, que los tovareños protestan por la misma situación, dejando claro así que están cansados de tener que someterse a las colas y a los controles.
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