Este 28 de octubre comienza oficialmente la campaña electoral, la cual culminará el día 18 de noviembre, por lo que desde hace cierto tiempo los diferentes comandos de campaña afinan sus estrategias para intentar en el corto tiempo estipulado para hacer proselitismo político, lograr convencer a los electores para que voten por sus respectivas opciones.
Diferentes estudios de opinión coinciden en que entre un 65 a un 73% de los carabobeños manifiestan su intención de ir a votar el 21 de noviembre; sin embargo, entre un 43 y un 47% de esos ciudadanos que responden afirmativamente a la pregunta: ¿Votará usted en las elecciones de alcaldes y gobernadores?, no dan un indicio de por quién sufragarán lo que supuestamente hace suponer que esas personas probablemente no votarían ni por el PSUV, ni por la MUD, ya que quienes prefieren esas alternativas electorales generalmente lo expresan a viva voz.
Así las cosas, el gran trabajo de todos y cada uno de los candidatos y de las organizaciones políticas tendrá necesariamente que estar enfocado en cómo convencer al gran segmento de los ni-ni; que aunque dicen que van a votar, no mencionan en ningún momento por cuál de las candidaturas existentes votarían.
¿Acaso es Lacava es gran portaviones rojo?
El 80% de los electores que participan en los procesos electorales, practican lo que los analistas denominan “la economía del voto”, término con el que se identifica lo que comúnmente se conoce como el voto “entubado”.
Este proceso no será la excepción, y desde ya se habla del efecto portaviones que pudiese significar Rafael Lacava a quienes los estudiosos de la materia electoral le reconocen su carisma, simpatía y gran ascendencia en algunos sectores que tradicionalmente se identificaban con la oposición. Pero, si bien es cierto que dicho efecto pudiese funcionar en el caso de Lacava, no es menos cierto que lo mismo podría ocurrir en los casos de Bertucci y Scarano, ya que ambos líderes tienen la capacidad de poder inducir al voto “entubado”.
Lo cierto del caso es que los muchachos de Las Vegas (y no precisamente las de San Carlos-Cojedes), creen firmemente que el gran favorito para obtener la reelección es Rafael Lacava, a quien ahora llaman “el vampiro simpático”; sin embargo, otros recuerdan la frase del fallecido comentarista Carlitos González: “yo las he visto más feas y se han casado”. Amanecerá y veremos.
¿Qué pasó con la Clase Media venezolana?
En Latinoamérica varía de manera considerable el porcentaje de la población clasificada como “clase media”. Esto debido principalmente al poder adquisitivo, pues disponer de 1.000 dólares mensuales para vivir es una realidad distinta, según cada región del continente.
El porcentaje de la población que pertenece a la clase media en Chile, por ejemplo, es del 65,4%. Mientras que en México el 42% se clasifica en este grupo. Pero en Venezuela, tan solo es el 15,5%.
De acuerdo a un reporte de Bloomberg, en el país el salario mínimo mensual es de US$3,54. En el caso de Chile cuenta con el sueldo mínimo en dólares (US$414), el más alto de América Latina.
En Colombia es de US$240,2, en Perú de US$226 y en México es de US$212. En el caso de Argentina, el salario mensual según la cotización oficial es de US$307. Sin embargo, al emplear como parámetro el dólar “blue” o paralelo (que cuenta con una diferencia de 77% con el minorista), la cifra baja a US$173.
El gasto de 1.000 dólares mensuales en la mayoría de los países mencionados corresponde a la clase media. Este grupo se volvió el predominante de Latinoamérica en 2018.
No obstante, con la llegada de la pandemia de covid-19 en 2020, la clase media en Latinoamérica bajó al 37% de la población. Lo que quiere decir que 4.7 millones de personas que se clasificaban en este grupo pasaron a formar parte de la población en estado de vulnerabilidad o pobreza. Así lo indicó el Banco Mundial con su estudio “El lento ascenso y la súbita caída de la clase media en América Latina y el Caribe”.
Según el organismo, las personas con ingresos per cápita de entre 13 y 70 dólares diarios por paridad de poder de compra, son las que conforman la clase media. Fuente: Bloomberg.
Lo anteriormente descrito nos hace anhelar aquellos tiempos en los cuales la clase media venezolana era una de las más poderosas no solo de Latinoamérica, sino del mundo. Ojalá podamos reconstruir entre todos esa Venezuela de otrora que tanto recordamos.
Los chismecitos de “Doña Meche”
“Hay vistas que tumban cocos”. Este popular refrán utilizado frecuentemente en tiempos de mi abuelita, aplica perfectamente a todas aquellas personas que se acercan a tal o cual candidato y que en lugar de generar apoyos masivos o simpatías, terminan alejando al susodicho de sus simpatizantes.
Para usar no más frecuente pudiésemos alegar: “es mejor andar solo que mal acompañado”. Según el “Brujo” de las Trincheras, ni la Sra. Lilian Tintori “les da los vueltos”.
¿Quiénes son los políticos que presuntamente estaban en la nómina secreta del ex inquilino de Cabo Verde?, “no se pierdan el próximo capítulo el mismo día y a la misma hora por este mismo canal”.
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