A Isaías Rodríguez la democracia venezolana le debe mucho, pues, ante el golpe de Estado del 2002 contra el Presidente Hugo Chávez, y siendo Fiscal General de la República, le salió al paso a tan deshonrosa actuación de golpistas inescrupulosos que siempre han estado al acecho, como caimán en boca de caño a la espera de los errores del gobierno para actuar cual hiena ante la presa fácil. Hoy día muchos de ellos claman por “libertad” ante una “dictadura” que los mantiene en las calles y en los diferentes medios de comunicación.
En una entrevista ofrecida por el ex fiscal a Clodovaldo Hernández en el portal Contrapunto.com, recomienda “convocar las elecciones regionales, esforzarse por oír a los disidentes y dejar a un lado la soberbia de creerse los únicos herederos de Chávez”, esta apreciación correctísima por demás, viene a respaldar lo que en diferentes momentos hemos venido asomando públicamente aquellos que nos hemos atrevido a pasar la línea roja de quienes mantienen posturas fuera de toda lógica política y que han provocado un rechazo generalizado del pueblo. El CNE sigue en mora, muy peligrosa por cierto, con los venezolanos al permitirse saltarse a la torera unas elecciones que por Constitución corresponde. Excusas hay pa tirar pal techo, pero, inadmisibles todas, pues no es necesario hacer presión ciudadana para que el órgano rector realice la convocatoria de ley. También advierte Isaías sobre la posición intransigente de la dirigencia chavista al hacer oídos sordos ante reclamos elementales y la necesidad de darle rumbo cierto al gobierno, siendo la soberbia un veneno político que en nada ayuda. Isaías moldeó su posición inicial ante el gravísimo error de la Sala Constitucional del TSJ, “Las aclaratorias de la Sala Constitucional trataron de darle mayor sentido común a la decisión. La facultad de interpretar la Constitución no es ilimitada. No se puede convertir la República en una monarquía, ni siquiera cuando el rey o la reina sea el Poder Judicial. En mi opinión hubo excesos en la sentencia original, poca precisión científica, errores de apreciación al interpretar, algo así como un “exceso de lealtad institucional a todo costo”. Según el jurista italiano fallecido Piero Calamandrei los vicios de derecho cometidos por los jueces son siempre graves. Evidentemente, ello no implicaba ni implica ruptura del hilo constitucional, sino la necesidad de una interposición de aclaratoria por el Ministerio Público, que habría sido lo más sensato y lo más coherente”.Aquí la Fiscal Luisa Ortega Díaz fue más frontal y concreta, pero, lo necesario de destacar acá es que la Sala Constitucional viene dependiendo en exceso del Poder Ejecutivo colocándose por encima del Poder Constituyente lo que ha traído como consecuencia que ese Poder Ciudadano se exprese de muchas formas, esto aunado a la severa crisis existencial de millones de compatriotas que ha venido conformando “la mamá de todas las bombas”, no con el poder destructivo del “juguete nuevo de Donald Trump”, sino del pueblo empoderándose de lo que realmente le es dado la democracia participativa y protagónica. Esa dosis de sensatez que ha traído a la arena política Isaías Rodríguez es la que en estos momentos necesita el liderazgo nacional de ambos lados dada la necesidad que existe de que haya un reconocimiento mutuo. La iglesia católica pudo haber jugado un papel protagónico, pero tomó partido por uno de los bandos. Los ex presidentes y el Papa Francisco tienen aún un papel importante que jugar. La Fiscal General es factor fundamental, no así la defensoría del pueblo ya que se resiste a salir de su escritorio, pero, en última instancia, es al CNE a quien corresponde pronunciarse sin más demora y fijar el cronograma electoral, de no hacerlo lo que suceda por estas calles será su absoluta responsabilidad por omisión en sus funciones. Isaías Rodríguez ha vuelto, que bueno sería que en el gabinete hubiese varios Isaías.
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