Los estudios disponibles que versan sobre bacterias intestinales son, en su mayoría, pruebas animales que no se pueden aplicar con exactitud a los humanos. De hecho, estas pueden no ser compatibles entre personas, aunque sean saludables para un individuo.
Una conclusión cada vez más frecuente y compartida es aquella que defiende que la flora o microbiota intestinal juega un papel importante para nuestra salud. Esta afecta a nuestro metabolismo y puede estar relacionada con la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2.
Otros estudios anteriores han demostrado que los afectados por alguna de estas enfermedades tienen una presencia variable de diferentes metabolitos, es decir, pequeñas moléculas o residuos metabólicos, en el torrente sanguíneo. Por tanto, el objetivo de la reciente investigación de la Universidad de Lund (Suecia) ha sido analizar e identificar qué moléculas en la sangre están relacionadas con la obesidad y cómo afectan a la flora intestinal, a través de muestras de heces.
Información aquí vía Muy interesante
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