Nicolás Maduro ha decidido convertir la guerra económica, que asegura le hacen los enemigos a su Gobierno, en una bandera de su campaña por la reelección, desplegando estrategias que implican un mayor control de la población venezolana y que la oposición califica de chantaje para arrodillar a los ciudadanos.
Los comicios presidenciales se celebrarán el próximo 20 de mayo, pero la fiesta electoral es casi inexistente debido a la crisis económica que tiene a los venezolanos haciendo malabares con un salario consumido por la hiperinflación y sorteando las angustias de la severa escasez de alimentos subsidiados y de medicamentos.
Según Maduro y voceros de su Gobierno, el pueblo está siendo víctima de “oligarcas” que dirigen esta guerra económica a la que atribuye la inflación desbordada, la ausencia de alimentos y medicinas, así como las fallas constantes en servicios como el suministro de agua y de electricidad.
Información aquí vía www.elnuevoherald.com
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