15 de diciembre de 1999, una vaguada sobre Venezuela causa grandes riadas y derrumbes arrastrando a miles de personas llevándolas a aterradoras y espeluznantes muertes; miles fallecieron ahogados, otros, enterrados vivos; algunos con suerte solo perdieron sus casas y su futuro; esto en Táchira, Caracas y sobre todo en el estado Vargas, justo el mismo día que a Hugo Chávez se le complacía con la aprobación de “su” nueva Constitución.
Para Chávez, lo importante era el referéndum, más nada, todo lo demás fue secundario, la única referencia que hizo ese dia a la tragedia que ocurría (recordando a Bolívar en 1812) fue: “Si la naturaleza se opone…” empujando así a que la gente continuara en la calle votando para él.
Aún no se conoce realmente (y estamos en 2020) cuántos murieron y desaparecieron en esta gigantesca tragedia minimizada por Hugo.
Por cierto, después que anunciaron la aprobación de la nueva Constitución, con millares de fallecidos en su conciencia, el presidente tardó más de 24h en aparecer, se dice que el tipo estaba celebrando en Cuba, eso no lo sé; lo cierto es que no apareció sino hasta casi dos días después, disfrazado de militar y ahora sí, con su nueva constitución y el cielo despejado, dispuesto a organizar el rescate de los que quedaron vivos. Total, los demás ya estaban muertos.
Algo muy parecido acaba de suceder con el dictador Nicolás Maduro; la semana pasada el muy amigo gobierno del régimen venezolano de Trinidad y Tobago despachó así como quien lanza al suelo un papel a 29 venezolanos en un peñero de regreso al país del que salieron huyendo de la miseria.
¡SI! de la Venezuela alguna vez próspera huyen hacia la Trinidad que alguna vez enviaba a sus nacionales a este país.
Poco falta para que los venezolanos intenten pronto llegar a Haití buscando mejores condiciones de vida.
Como saben, de los 29 pasajeros dieciséis eran menores de edad y uno de ellos de apenas meses de nacido.
El gobierno isleño los deportó por el mismo lugar por donde llegaron, sin consideración alguna los lanzaron a alta mar en la tarde del domingo.
Punto aparte, ¿alguien sabe de algún hecho similar en Europa? Los emigrantes de África llegan al viejo continente y no son devueltos de esa manera tan ruin, miserable y salvaje; pero en fin…
La pequeña embarcación estuvo desaparecida por algo más de 48h, ¡un poco más de DOS DÍAS!
Pues para el régimen de Maduro, los 16 niños y el resto de los ocupantes del peñero hasta el día que lean esto, NO EXISTEN.
No sólo no hubo, ni ha habido y por supuesto ni habrá un comunicado oficial diplomático rechazando al trato cruel dado por el gobierno trinitario a los venezolanos; lo más repugnante tampoco fue ver a Maduro bailando al ritmo de Bonny Cepeda celebrando su cumpleaños mientras no se sabía nada de esos niños y el bebé ¡NO!
Lo más repulsivo, es que no se organizó ningún operativo de búsqueda.
Bien pudo Vladimir Padrino López, mientras Maduro intentaba insistentemente apagar la vela de su torta a través del tapabocas (no se rían que fue cierto, y este escrito va en serio) enviar barcos, helicópteros y aviones para rescatar a 29 venezolanos en riesgo de muerte.
Pero no, silencio absoluto al ritmo de los mariachis en Miraflores.
Al final, los venezolanos se rescataron solos.
No hablemos del dolor que le causó a Maduro la muerte de Maradona, tardó minutos en escribir un tuit lamentando la desaparición del pana argentino.
Para el chavismo, las tragedias hay que ocultarlas e ignorarlas, invisibilizarlas.
Los viejitos y su escuálida pensión no existen, los hospitales destruidos, la inflación, la falta de todos los servicios públicos, niños y adultos comiendo de la basura así como el crimen, la miseria y la deforestación de Canaima es algo invisible, inexistente.
La injusticia es algo invisible para la dictadura roja, así ha sido el actuar desde los tiempos de Chávez, así la historia lo ha determinado, son hechos, no inventos.
El venezolano solo le es útil cuando lo necesitan para disfrazar elecciones; para más nada.
¡Allí les dejo eso!
¡Ah! Eso sí, no olviden votar este 6D por la corrupción, la incapacidad y la crueldad.
Otra vez:
Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
TW / IG: @gmartin1961
Deja una respuesta