El gobierno chino denunció el 02 de octubre del 2018 la presencia de buques de guerra de Estados Unidos cerca de las islas Paracelso, en disputa en el Mar de China Meridional, donde la Marina estadounidense lleva a cabo regularmente operaciones de defensa de la “libertad de navegación”. “China expresa su fuerte descontento y su resuelta oposición” a esta operación, declaró el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Geng Shuang.
Ese fue el comienzo de una disputa que han mantenido las dos potencias por vía de los comunicados y utilizando a los organismos internacionales, en un enfrentamiento donde se muestran armas de alto calibre como cruceros misilísticos y aviones de combate de parte y parte.
Todo ese año transcurrió igual, así como el 2019, el 2020; y recientemente, con la administración Biden, los actos de provocación no terminaron, pues el 05 de febrero del año en curso, la marina china ordenó a un barco de guerra estadounidense salir de una zona disputada en el mar de China, que fue la primera misión de ese tipo en el nuevo gobierno gringo. China reivindica casi la totalidad de las islas del mar de China meridional y se queja con frecuencia de los operativos en ese sector, escenario de una lucha de influencia con Estados Unidos.
Recientemente el destructor USS John S. McCain “se introdujo en aguas territoriales de las islas Xisha sin autorización”, indicó el Ejército chino en referencia a las comúnmente llamadas islas Paracelso. “Las fuerzas navales y aéreas siguieron de cerca la situación y dieron la orden (al barco) de salir de la zona”, agregó. Asimismo, el Ejército fustigó a Estados Unidos por haber “violado gravemente la soberanía de China” y “atentar contra la paz regional”.
China considera la navegación extranjera en esas aguas como un atentado a su soberanía, mientras Estados Unidos y otros países consideran que la zona pertenece a las aguas internacionales y está abierta a todos.
Pero en otro orden, este miércoles, Rusia llamó a Moscú a su embajador en Washington, Anatoli Antónov, para consultas “con el fin de analizar qué hacer y qué rumbo tomar en el contexto de las relaciones con Estados Unidos”, dijo la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien explicó que a casi 100 días de la administración Biden, es “un buen motivo para intentar evaluar qué le sale bien al equipo de Biden y qué no tanto… Para nosotros lo más importante es determinar cómo pueden ser los caminos para mejorar las relaciones ruso-estadounidenses, que están en estado grave y en los últimos años Washington ha llevado prácticamente a una vía muerta… Estamos interesados en evitar su degradación irreversible si los estadounidenses se dan cuenta de los riesgos relacionados con esto”.
Y por si fuera poco, también este miércoles, Choe Son-hui, primera viceministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, confirmó que EE.UU. intentó recientemente iniciar los contactos con Pionyang, pero tachó el esfuerzo de “truco barato” y dijo que su gobierno nunca responderá hasta que Washington abandone las políticas hostiles hacia ellos. Destacó que EE.UU. intentó establecer contactos mediante el envío de correos electrónicos y mensajes telefónicos por distintas vías, incluso a través de un tercer país. “Ya hemos dejado claro que no se mantendrá ningún contacto ni conversaciones entre Corea del Norte y EE.UU. a menos que EE.UU. renuncie a sus políticas hostiles, y que continuaremos ignorando sus intentos de dirigirse a nosotros”, enfatizó Choe.
Quizás la pregunta más importante que debemos hacernos, es porqué Estados Unidos, en uno de sus peores momentos como imperio, cuando ve la caída de su moneda en picada y a alta velocidad, propicia la posibilidad cada vez más cercana de un enfrentamiento bélico.
Bien sabemos que las guerras estimulan las economías porque se multiplica la producción bélica, lo que implica la contratación de personal, mantener ejércitos y la absorción de mucha materia prima, para armas, medicinas, alimentos y pertrechos, pero es un hecho que no solo estamos hablando de condiciones distintas de la humanidad, sino que es una disputa entre cuatro países con capacidad nuclear y armamento suficiente para destruir el planeta varias veces. Porqué Estados Unidos hace una cosa como esta en momentos tan complicados. Ya sabemos que es un monstruo herido y eso lo hace más peligroso aún, pero a veces me pregunto si es que el Big Brother está decidido a llevarnos a una locura.
Sabemos que toda guerra es económica y el imperio sabe que la está perdiendo; y que, además, ha hecho lo imposible para detener esa derrota que se acelera todos los días. Incluso, ha hecho un esfuerzo sobrehumano para detener la concreción de lo que China llama La Ruta de la Seda, acaso el más ambicioso plan asiático de la era moderna y abarca dos tercios de la humanidad, y que culminará con el Canal de Nicaragua, el cual estará culminado en dos años.
No es un juego lo que estamos presenciando. Sobretodo porque cualquier hecho que ocurra en el mundo de hoy, repercute de inmediato en todo el globo terráqueo. Por ahora ha sido más importante más precisa la diplomacia china y rusa para evitar los conflictos, pero no sabemos hasta cuándo se mantendrá. Y sin contar los problemas pendientes que tiene el Big Brother en otras partes del mundo. Queda claro que Biden no era diferente a Trump. Son caimanes del mismo pozo.
Caminito de hormigas…
Ya vi las primeras encuestas de Carabobo, Aragua, Lara, Yaracuy, Anzoátegui, Monagas y Sucre. Todos los alcaldes y casi todos los gobernadores salen raspados… La oposición en Carabobo, no encuentra salida para los comicios venideros. Ahora trata de encontrar un outsider para candidato a la gobernación, aunque no todos están de acuerdo… Pregunta: qué opositor, famoso guarimbero de Valencia, se ha hecho multimillonario negociando con sectores del gobierno.
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