“Los abajo firmantes” Por Gonzalo Martín

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A ver, a ver…
A simple vista pareciera como buena la intención; y quizás así sea. Allí hay algunos de pensamiento respetable, otros a mi parecer, no tanto; pero no se trata de eso ahora, el asunto que se reunieron 25 personalidades y firmaron una carta dirigida al presidente norteamericano Joe Biden solicitando, por favor, aligere las sanciones económicas contra Venezuela.
Y la verdad hay que decirla, las sanciones a PDVSA no solo le dieron la excusa perfecta a Maduro para apretar las tuercas a la sociedad venezolana y con ello, por supuesto, tener mayor control sino que además, efectivamente trajo un deterioro de vida al ciudadano en el país.
Es sobradamente obvio que al régimen de Maduro le importa muy poco la calidad de vida del resto del país más allá de su propio entorno. Hay extensiones de bienestar a conveniencia, pero en general el venezolano vive mal, muy mal, y aún por encima de este micro “boom” económico me atreveria a decir en Venezuela se vive peor cada vez.
Imagino que basado en esto fue que los 25 personajes (no me atrevo a llamarlos notables ya que en la Venezuela de hoy la generación de “notables” esta desaparecida) decidieron enviar la fulana petición de ayuda.
Por eso vuelvo al comienzo, tomémoslo como un acto de buena fe, una acción desesperada para intentar mejorar el nivel de vida que se padece en el país.
Este nivel que cada día es más paupérrimo, se puede apreciar recientemente más niños y ancianos pidiendo en las calles, más gente hurgando en la basura (todo justamente donde pareciera crecer “la nueva prosperidad” en el pais), también los servicios públicos cada vez están más destruidos; vialidad, agua, electricidad, hospitales y así la lista sigue creciendo ante lo que si estaba mal, hoy está peor.
El tema es que si la fulana carta tuvo alguna buena intención, choca de frente con la sensación de claudicación por parte de alguien que se abrogó una vocería en nombre de muchos.
Pedirle a Biden suavice las sanciones implica una extraordinaria victoria política para Nicolás Maduro y todo el alto poder en el país.
Entonces la pregunta podría ser:
¿que preferimos, mejor calidad de vida o que el chavismo destructor e indolente continúe en el poder?
Y la respuesta es otra pregunta:
¿Sabemos realmente que el régimen desde Miraflores hará llegar a la calle el bienestar prometido de no tener sanciones?
Es difícil de creer, la crisis económica venezolana comenzó antes de las sanciones, luego por supuesto profundizada (la crisis) por el telón de un castigo internacional a la dictadura y a muchos de sus funcionarios.
Funcionarios por cierto que jamás han honrado un compromiso adquirido, ni siquiera aquellos en campañas electorales.
El tema aquí es que desde que Chávez polítizó todo (cultura, medios de comunicación, deporte, servicios, economía… ¡todo!) es dificil aceptar la palabra del madurismo como válida y pensar que no continuarán politizándolo todo, incluso las ayudas, o ¿se les olvida el papelazo de Chávez en plena tragedia del año 1999 rechazando ayuda norteamericana para recuperar la vialidad del destruido estado Vargas? Sin embargo los aportes de ayudas económicas nunca fueron devueltos, o sea, el dinero llegó a las arcas del gobierno rojo de Hugo, fueron millones de millones de dólares y hoy a 22 años de esa tragedia se ven frescas aún las cicatrices de la destrucción por las riadas. Dense una vuelta por Los Corales, Tanaguarena, etc y etc.
Entonces, imaginemos el escenario que a Venezuela le levantan ciertas sanciones, con el pecho erguido por su victoria política, Maduro insoportable como ha sido siempre aún en momentos de descalabro de su popularidad ¿que nos garantiza que el bienestar esperado llegue realmente a la mejoría de vida en el país?
Ya que deben recordar que en el año 2016 mientras no había papel toilet en los supermercados, ellos (el madurismo) seguía trayendo sus camionetotas, construyendo lujosas casas en Galipan (Parque Nacional El Ávila), remodelaban mansiones en Country Clubs de diferentes ciudades del pais, y así pues…
Lo que a vuelo de pájaro, y dándoles el inmenso beneficio de la duda de sus buenas intenciones, lo que percibo es una inmensa ingenuidad por parte de los “abajofirmantes”.
En lo que a mi respecta, a Maduro, a los que lo apoyan y acompañan no les puedo creer nada.
¡Alli les dejo eso!

Gonzalo Martín
IG / TW: @gmartin1961 

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