La tecnología ha sido siempre un facilitador para el desarrollo económico y social. Sin embargo, aún a día de hoy hay mucho camino por recorrer. Existen multitud de organizaciones, privadas y públicas, que todavía no dan a la seguridad digital la importancia que merece, no siendo conscientes de los desastres que esto puede acarrear.
Por eso en ESET llevamos más de 30 años protegiendo a millones de usuarios en el mundo e investigando nuevas tecnologías de seguridad para proteger las empresas de las ciberamenazas. Por ejemplo, en ESET somos pioneros en el uso de la inteligencia artificial aplicada a la detección de amenazas. De hecho, la compañía puso en marcha la detección heurística, germen de la actual Inteligencia Artificial (IA) a mediados de los años 90; y a día de hoy seguimos marcando la diferencia e innovando en tecnología aplicada a la seguridad que necesitan las empresas. Como vemos tanto el machine learning como la IA no son algo nuevo, llevan años (incluso décadas) siendo utilizados por las empresas de seguridad. Diariamente se crea gran cantidad de malware pero la mayor parte del mismo se diferencia poco del existente con anterioridad por lo que el uso de la IA es importantísimo y permite que los analistas de malware puedan dedicarse a investigar otras amenazas más novedosas, más avanzadas o de más gravedad.
Desde ESET pensamos que la ciberseguridad es una de las bases sobre la que se tiene que asentar cualquier sociedad moderna. Las últimas amenazas como WannaCry o los ataques a las centrales eléctricas de Ucrania han puesto de relevancia cuán fácil podría ser desestabilizar incluso un estado y la necesidad de proteger todas sus infraestructuras y a sus ciudadanos. Como compañía de ciberseguridad no podemos sino destacar el compromiso que las empresas necesitan adquirir en este sentido. En realidad no importa su tamaño. Tanto si hablamos de PYMES como de empresas de mayor calibre existen riesgos importantes y en el camino a la transformación digital deben apoyarse en la ciberseguridad.
Las grandes empresas suelen tener información más crítica pero también suelen implementar más medidas de seguridad que una PYME, y los ciberdelincuentes lo saben. La mayoría de atacantes van a ir a por el beneficio fácil y directo por lo que les suelen resultar más atractivas aquellas empresas que tengan menos medidas de seguridad implementadas, todo ello sin olvidar que muchas PYMES también manejan datos de gran valor y confidencialidad.
Información completa aquí vía www.aslan.es
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