La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Especialistas resumen que para tener una salud mental conveniente es necesario:
*Ser consciente de nuestras emociones y reacciones
*Expresar sentimientos de manera apropiada
*Pensar antes de actuar
*Manejar el estrés
*Buscar el equilibrio
*Cuidar la salud física
*Conectarse con otros
*Encontrarle propósito y significado a lo que hacemos
Si bien la salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones.
Hay que destacar que la vida mental es un proceso profundamente complejo, enigmático. Cuando hablamos de vida mental, nos referimos a fenómenos relacionados con el significado, con la construcción de sentidos en la mente que posibilitan el pensamiento.
En este sentido, Wilfred Bion es uno de los autores que sienta las bases para estudiar la construcción de sentidos a partir de su teoría sobre el pensamiento. El autor establece un puente entre los elementos externos en los cuales el psiquismo se apuntala para su desarrollo y los factores internos que gestan el detrimento o avance del progreso emocional.
Bion explica que la mente funciona de manera similar al aparato digestivo: actúa permanentemente, su objetivo es la digestión de experiencias emocionales. La metabolización de estas experiencias resulta en la creación de significados mentales. De la misma manera que el aparato digestivo tiene que metabolizar los alimentos para nutrir al organismo, así la mente tiene que metabolizar las experiencias para generar sentidos emocionales que nutran al aparato psíquico.
La vida en sí misma está desprovista de significado; las experiencias por sí solas no tienen sentido alguno. Es la mente la que, en el proceso de pensar, puede constructivamente dotar de significado a las vivencias.
Sin embargo, la mente puede funcionar también como un músculo evacuativo de descarga, como cuando se sufre de una indigestión por la comida. La mente se puede convertir en un órgano de expulsión, donde las actuaciones impulsivas, la enfermedad, el funcionamiento mimético y adhesivo, la excitación motora y otra serie de conductas y actitudes, están al servicio de evitar la metabolización de las experiencias emocionales dolorosas.
La vitalidad y el significado son resultado de la digestión de experiencias emocionales. El sujeto puede poseer esta capacidad para reconocer y metabolizar sus emociones o, si carece de ella, evadirlos y dañar la capacidad de subjetivación.
De ahí la importancia de entender que la salud mental abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
La salud mental está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.
el perro negro…
Y tú ¿estás consciente de tu salud mental?
La importancia de la salud mental está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos, porque cada año, 800.000 personas en todo el mundo mueren por suicidio. Es la segunda causa más común de muerte entre los 12 y los 29 años de edad.
El tema elegido en 2019 para el Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre) fue la prevención de los suicidios, con especial atención a la situación de los jóvenes. El impacto de las enfermedades mentales, subraya la Organización Mundial de la Salud, aumenta constantemente y al menos una de cada cuatro personas desarrolla un trastorno mental a lo largo de su vida. Entre los principales enemigos de la salud mental destacan las diferentes formas de depresión, que también se encuentran entre las principales causas de los intentos de suicidio.
El estigma, particularmente en torno a los trastornos mentales y el suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o han tratado de hacerlo y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan. La prevención del suicidio no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud pública principal y al tabú existente en muchas sociedades para examinarlo abiertamente. Para el 2019 solo unos pocos países han incluido la prevención del suicidio entre sus prioridades sanitarias, y solo 38 países han notificado que cuentan con una estrategia nacional de prevención del suicidio.
Ahora bien, en esta situación de pandemia, confinamiento mundial, caos económico y una lista larga de daños colaterales asociados al COVID-19 ¿cuántos están en situación de riesgo y a menudo consideran el suicidio como una salida? Tú de manera personal activa todas las herramientas para llevar una salud mental óptima, así contagiarás a los que te rodean y tendrás la capacidad de sensibilizar a todos tu allegados frente a un enemigo tan silencioso, invisible y letal como el virus: el peligroso perro negro.
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