La migración femenina encuentra, muchas veces, un doble problema: ser migrante y ser mujer. Empecemos por observar que la migración femenina, que en épocas pasadas era muy poco representativa, hoy en día, alcanza hasta el 49 % de la cifra mundial, y en América Latina esta cifra aumenta hasta el 50%, es decir, ¡mujeres y hombres emigran por igual!
¿Cuáles son las causas predominantes del fenómeno de la migración femenina?
Las razones principales que empujan a las mujeres a emigrar son: buscar mejores condiciones de vida; escapar de situaciones de violencia familiar y comunitaria; reunirse con su familia y encontrar un empleo que les permita mejorar económicamente la condición de sus hijos.
¿Cuáles son los particulares problemas que enfrenta la migración femenina?
Si los migrantes, a menudo, tienen que lidiar con el difícil derecho a políticas sociales, económicas y culturales o la falta de una identidad jurídica, la migración femenina puede dificultarse todavía más con problemas en el ámbito familiar, como la responsabilidad de los hijos, el acceso a una pensión alimenticia, la patria potestad de los hijos o un trámite de separación. La mujer, además, está más expuesta a peligros de violencia, secuestros, abusos, trata y tráfico de personas, (la que el papa apoda “la vergüenza de la humanidad).
Hace 50 años la mujer migrante representaba el 2% de todas las migraciones. Hoy, migran tantos hombres como mujeres, y viceversa.
¿Hay algunas notas específicas en la emigración de la mujer?
Sí. Hay unas claves que son más propias de la migración femenina:
- La desigualdad de género y la exclusión social, impulsan a la mujer a buscar mejores oportunidades.
- En el pasado, primero migraba el hombre y, una vez establecido, se reunían también la mujer, los hijos o el resto de la familia. Hoy, las mujeres arriesgan más rápidamente nuevas oportunidades.
- En muchos casos, la migración es una experiencia dramática impulsada por el hambre, conflictos armados, pobreza y amenazas físicas y emocionales en su comunidad.
- La migración femenina aspira fuertemente una mejor calidad de vida, económica, psicológica y social. Aunque no todo lo que luce es oro y el camino está lleno de rechazo, crítica, prejuicios, xenofobia.
- Es habitual hablar de migrantes como una categoría uniforme, pero la migración femenina, parece más capaz de generar relaciones positivas y ayuda a buscar procesos migratorios más justos y humanos.
Trata y explotación sexual
La trata de personas es un problema mundial, que priva de su dignidad a millones de personas en todo el mundo. Es conocido como trata, comercio o tráfico de personas. Los autores engañan principalmente a mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual o esclavitud reproductiva, extracción de órganos, trabajos forzosos, servidumbre doméstica, mendicidad infantil.
Es uno de los delitos más vergonzosos e indignantes, ya que se aprovecha, con engaño, de personas más vulnerables, indefensas y en contexto de necesidad. Este es el caso frecuente de mujeres y niñas que, en contexto migratorio, terminan forzosamente y con engaño en ese comercio, como objetos sexuales.
Feminismo y Mujer Migrante
Durante décadas la realidad migratoria ha sido estudiada como un fenómeno únicamente masculino. Si bien se avanza en los estudios migratorios, solo ahora, en la teología de la migración comienzan a aparecer interesantes reflexiones sobre las experiencias de las mujeres migrantes, especialmente en condición de migrantes irregulares. Una crítica que se le hace a las teologías feministas, incluso a las más progresistas, es que en su reflexión se limitan al ambiente sociológico y cultural genérico de la mujer, pero ignoran que las mujeres migrantes que son las más vulnerables que permanecen invisibles, sin voz y al margen de la sociedad modierna.
“MIGRANTES: HOY COMO AYER”
Padre Francesco Bortignon Fernando Tirro
Misionero de San Carlos Movimiento Laico Scalabriniano
bortignonfrancesco@hotmail.com mls_valencia@yahoo.com
Todos los martes y Jueves a las 11.00am por 97.5fm “La Voz de Dios” – Valencia / Venezuela
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