Para el dirigente del partido Voluntad Popular en Carabobo, Aarón Rodríguez Moro, la educación en Venezuela se convirtió en un lujo muy difícil de costear no sólo para los sectores populares del país, sino también para la clase media, situación que llevó -en el inicio del presente año escolar- a muchos padres de familia a endeudarse con las tarjetas de crédito para poder cubrir la conocida Canasta Básica Escolar.
Rodríguez cree que el problema va mucho más allá del hecho de que el costo de la referida canasta se movió de 216.262,7 a 561.983,95 con relación al mismo período del año 2015, pues si a esto añadimos que para las familias es ya difícil cubrir gastos como alimentación, medicina, vivienda, entretenimiento, entre otros, el proceso formativo integral de nuestros niños y jóvenes se ve afectado negativamente en una espiral que crece hasta proporciones alarmantes.
“Según las cifras publicadas, una familia de cinco personas, con un hijo estudiando en preescolar, otro en primaria y otro en bachillerato, se necesita por lo menos 1.064.865,29 Bolívares para poder cubrir la canasta básica familiar y la escolar. ¿Cómo se paga eso con un salario mínimo?”.
El dirigente de Voluntad Popular criticó el hecho de que el gobierno no haya tomado medidas para prevenir el impacto inflacionario en el sector, a pesar de ser un área prioritaria para el desarrollo del país.
“Los precios de los libros están por las nubes, el costo de las matrículas escolares, para quienes estudian en privados, llegó a precios difíciles de costear; pero esto también afecta a quienes estudian en colegios públicos, pues, a pesar de que el gobierno prometió que regalaría uniformes escolares, estos brillaron por su ausencia y muchos padres de niveles populares debieron hacer magia para cubrirlos”.
Rodríguez considera que toda esta carestía afecta indiscutiblemente el proceso formativo, ya que muchos padres, al no poder costear los estudios de sus hijos, dejan de enviarlos a recibir clases.
“¿Cómo puede un muchacho recibir una educación de primera sin los libros y los materiales para su formación? ¿Cómo pueden rendir nuestros niños en las escuelas si van mal alimentados, esperando por un programa de alimentación que cada día es más chucuto? ¿Cómo van los muchachos a clases cuando sus padres dan prioridad a ir a hacer colas en los supermercados para conseguir alimentos? Todavía el gobierno no ha entendido que afectar la educación de nuestra juventud es arruinar el futuro de nuestro país, pues cada día desertan más estudiantes dentro de los cuales pudo haber habido un ingeniero, un médico, un científico, un buen gobernante”.
Criticó el hecho de que el gobierno prácticamente no ha hecho inversiones en nuevas estructuras educativas, a pesar de que la población crece cada día más.
“El gobierno cree que haciendo propaganda política con la repartición de algunas Canaimitas va a solucionar el problema de que la educación venezolana ha bajado su nivel según los estándares internacionales de calidad. Pero resulta que cuando vamos a las escuelas los baños no sirven, los pupitres están deteriorados, los salones no cuentan con la iluminación adecuada o no tienen pintura, los techos gotean, los comedores brillan por su ausencia, los profesores están mal pagados, y un sinfín de deficiencias que, sumadas al alto costo de la vida, hacen que nuestra educación esté en la cola del continente, a pesar de que el gobierno pretende engañar con fracasadas misiones educativas. Por alguna razón la deserción en el primer año del nivel universitario fue del 60%, pues nuestros bachilleres llegan apenas sabiendo leer y escribir”.
Fuente: NDP
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