El concejal de Valencia y presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara Municipal, José Bucete, denunció que la población de la capital carabobeña está siendo sometida a la escasez de gas, lo que les impide poder cocinar regularmente en sus hogares.
“El Gobierno decidió invertir más en gas lacrimógeno y se olvidó del doméstico. Queremos denunciar en nuestra condición de concejal de municipio Valencia la falta de respeto a la cual está sometida toda la población valenciana por parte de los directivos de Pdvsa Gas, pues al parecer decidieron no surtir a las familias que requieren y pagan por el servicio”.
El edil opinó que “en un país donde un Gobierno se jacta de decir que es una nación potencia energética, no es posible que estemos pasando por estas penurias por la escasez de gas, teniendo una de las reservas gasíferas más grandes del continente y del mundo”.
Detalló que la escasez de gas doméstico que se produce en toda Venezuela, es producto de la falta de inversión que se debe tener para surtir el hidrocarburo correspondiente a las empresas y de esta manera, estas puedan distribuirlo en los hogares de los valencianos.
“El gobierno decidió disminuir la inversión de las prioridades de los venezolanos como lo es el gas doméstico, para comprar bombas lacrimógenas, que constantemente podemos ver que sobran en las calles del país, pero sí escasea el combustible de uso doméstico”.
José Bucete explicó que una bombona de gas grande tiene un valor aproximado de mil bolívares y cada bomba lacrimógena le cuesta al país 40 dólares; es decir, que con lo que se compra la indumentaria represiva, se podrían llenar al menos 80 bombonas para el mismo número de familias que actualmente se las deben ingeniar para cocinar los alimentos en sus hogares.
“Una vez más el Gobierno demuestra que para ellos es más importante cercenar los derechos del pueblo reprimiendo a quienes rechazan el régimen, que cumplir con sus deberes atendiendo las necesidades básicas de millones de familias, que padecen por la falta del gas doméstico, el cual no es un producto regalado, sino un servicio por el que pagan un costo por cilindro. Todo esto ha llevado al llamado bachaqueo, que ahora incursiona en el tráfico de las bombonas que son vendidas con sobreprecio”
Fuente: Nota de prensa
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