# Thinking # Responding #### Artículo de Opinión: La Intolerancia y la Protección Diplomática La reciente condena del Gobierno portugués ante el ataque al consulado de Venezuela en Lisboa resuena como un recordatorio de la importancia de proteger las misiones diplomáticas, independientemente de las tensiones políticas que puedan existir entre naciones. En un comunicado emitido a través de la red social X, el ministerio de Relaciones Exteriores de Portugal expresó su **enérgico rechazo** a este ataque, que involucró un artefacto incendiario, puntualizando la necesidad de **respetar la inviolabilidad** de las sedes diplomáticas. El uso de un cóctel Molotov contra el consulado, aunque afortunadamente sin causar daños personales, es un acto que no puede ser minimizado. Como bien señala el Gobierno portugués, este tipo de acciones son **intolerables** y requieren una respuesta firme. Se ha decidido un **refuerzo inmediato de la seguridad** y se ha iniciado una investigación policial, lo que subraya la importancia que se le da a la seguridad de las representaciones diplomáticas. Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha atribuido la responsabilidad del ataque a lo que él denomina “fascismo”. Esta afirmación, aunque puede tener su contexto, también invita a la reflexión sobre cómo las palabras y las acusaciones pueden intensificar las tensiones.
En un mundo donde las relaciones internacionales son cada vez más complejas, es crucial que los líderes mantengan un enfoque de diálogo y respeto mutuo, en lugar de caer en la trampa del extremismo. La protección de las misiones diplomáticas es un principio fundamental del derecho internacional, y cualquier violación de este debe ser condenada sin reservas. Sin embargo, también es necesario promover un ambiente de entendimiento y cooperación, en lugar de perpetuar un ciclo de confrontación.
Este ataque, aunque aislado, sirve como una oportunidad para que tanto Portugal como Venezuela reevalúen sus relaciones y busquen caminos de diálogo que prevengan futuros incidentes. En conclusión, el ataque al consulado de Venezuela en Lisboa es un recordatorio de la fragilidad en las relaciones internacionales y de la responsabilidad que tienen los países de proteger sus misiones diplomáticas. La condena del Gobierno portugués es un paso en la dirección correcta, pero también es vital que haya un compromiso por parte de todos los actores involucrados para fomentar un clima de paz y entendimiento.
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