Idiota según RAE:
“1. adj. Tonto o corto de entendimiento. U. t. c. s. U. t. c. insulto.
2. adj. Engreído sin fundamento para ello. U. t. c. s.”
Octubre del año 2000, Chávez lanzaba al ruedo la posibilidad de controlar de cerca la formación de nuestros hijos a través de un decreto que modificaba el ejercicio de la profesión docente creando una nueva figura administrativa de supervisores escolares itinerantes, lo cual fue interpretado por la sociedad como un acto que no sólo coartaba la libertad en la ejecución en la enseñanza sino como un evidente acto intimidatorio al personal docente con veladas muestras de supervisión con fines partidistas.
Así que para ese año, Chavez estrenándose en el poder, ya mostraba las costuras de su disfraz de oveja.
Esto generó una inmensa preocupación ciudadana; y así pues, nació el primer movimiento ciudadano de oposición al gobierno chavista, en cuyo tren se montaron inmediatamente los políticos.
Fueron los padres y sobre todo las madres que generaron las primeras protestas colectivas de calle que transformaron al verdadero poder de la gente. Fueron manifestaciones pequeñas que se iban consolidando en su esencia, y aunque jamás se llegó a inmensas concentraciones, marchas o manifestaciones multitudinarias a las que luego nos acostumbramos, esto fue el gran inicio de lo que después se convertiría en el gran dolor de cabeza para Hugo y sus herederos políticos.
Es así que se creó de manera espontánea el primer gran movimiento de lucha organizada que supo detener lo que se entiende pretendía el régimen para el momento, el control absoluto de la educación y formación de los niños y adolescentes.
“Con mis hijos no te metas” fue la primera mano en el pecho que sin miedo motivó a la sociedad civil organizada a enfrentarse al todopoderoso Hugo.
El “… no te metas” retador, cacheteó contundentemente al poder de Miraflores, fue hablarle “de tú a tú” a un Chávez que comenzaba a mostrarse borracho de poder.
El pueblo consciente y los políticos se dieron cuenta que tenían que y conque para construir la fuerza como ciudadanía y aprender a exigir sus derechos dejando la docilidad y sumisión de lado.
De esta manera la gente comenzaba a organizarse en torno a una lucha por un verdadero interés común… ¡sus hijos!.
Del 2000 saltemos al 2002, la gente junto con políticos en una serie extraordinaria de protestas junto a otras organizaciones gremiales y sociales llevaron a Miraflores a mostrar sus intolerantes y temerosas garras a través de la violencia, del asesinato a sangre fría; así un acobardado Hugo se disfrazó de tiburón 1, recurrió al fulano “Plan Avila” para evitar dar la cara a la gente que exigía una rectificación de políticas o su renuncia.
Mortandad de unos y otros obligó a un acobardado Chávez a correr a entregarse por segunda vez, la primera fue en 1992.
O sea, de nuevo fue la gente que lo puso en su lugar.
El resto de esta historia de abril de 2002 la voy a resumir en pocas palabras…
Un grupito que se creyó dueño de la épica popular sencillamente la cagó y nos puso otra vez a Chávez de dónde había huido asustado.
Fue en el 2002 que Chávez comprendió (asesorado por supuesto) que al pueblo no había que complacerlo… ¡había que dominarlo!.
Los puntos más relevantes en la protesta ciudadana se reflejaron en el 2006, luego en el 2012, 2014, 2017 hasta llegar al 2019.
No es que en el transcurso no se luchara… ¡no! pero esos años, una sociedad unida que junto con unos políticos sintonizados con ella lograron poner muy nervioso al poder.
Como verán, todo ha pasado por la verdadera movilización ciudadana.
Esto lo comprendió mucho más y mejor el “cubanochavismo” que la misma oposición en todas sus representaciones, y es así que ha venido utilizando el “divide y vencerás” atizando egos, comprando a unos y otros y sembrando discordia y dudas.
Las redes sociales han sido el mecanismo más económico que encontraron los chavistas para dividir a la oposición que se presta fácilmente a la tentación de juzgar lejos de la verdadera realidad del país.
Sin embargo, existen políticos serios y comprometidos con la democracia, se exponen a diario, se la juegan en la calle y en el único medio que tienen ahora… la comunidad internacional; ya que mientras algunos pocos gallos cantan muy duro pero no pisan, hay otros que poco a poco hacen el trabajo.
Y el trabajo está allí, donde comenzó todo, en la gente. Canalizar el descontento del que no tiene trabajo o del que, teniendo, no gana lo suficiente, del que ve a su familia desintegrarse por la distancia, del que no encuentra la salud en un hospital, del que apenas vive.
Mientras tanto la dictadura no se ha quedado quieta, continuó jugando a la división sofisticando cada vez más su estrategia, utilizó la esperanza de una ayuda que vendría de más allá, de fuera, cultivó en la conciencia popular que “solo no podemos” incapacitándonos para continuar en la verdadera lucha que se gesta en la calle por el descontento, operarios del régimen así como personajes rojos camuflados en la oposición sembraron dudas de todo tipo en los líderes que sí dan la batalla política, es así que de un tiempo pa’ca la gente comenzó a esperar ayuda de otros desvinculandose de la solución. Y esto es obra de la frustración sembrada desde la psicología social impuesta desde el régimen.
La represión chavista asesinó cuerpos y pensamientos, la desesperanza mató la confianza de la gente para sacar a la dictadura de donde está, la dictadura redujo a unos pocos la confianza en sí mismos de resistencia y lucha.
Y así… llegaron los idiotas. Aquellos que atizan la discordia, siembran dudas, inventan excusas para el fracaso ajeno, incapaces de aportar algo positivo; su labor, remunerada en muchos casos y otras ejerciendo su respectiva idiocia, promueven la división de la verdadera fuerza que hace temblar a las dictaduras… ¡la gente!.
Recientemente, Patricia Poleo por supuesto desde Miami, atacó presentando unas insostenibles y fatuas evidencias a la Dip Delsa Solorzano. Con la clara intención de dañar la credibilidad de esta extraordinaria guerrera social y luchadora por los DDHH de los presos políticos.
Pero es que antes, la misma “pariodista”, perdón periodista, junto a un grupito que todo lo critica y nada aporta, por cierto casi todos desde lejos, muy lejos; han sido fichas que con cada comentario o ataque solo benefician a la dictadura.
Pagados o no, son los “tontos útiles” que colaboran a que la fulana revolución se sostenga en el poder.
La salida de la dictadura pasa imprescindiblemente por la activación ciudadana, la ayuda internacional que todos esperan jamás existirá si el pueblo no se levanta y le dice al mundo que estamos hartos de miseria y represión.
Es la gente la que tiene el poder real, y esto pasa ultra necesariamente por la unidad, así como tantas veces el mismo pueblo se lo demostró al chavismo.
Dejemos a los idiotas de lado, ignorarlos se hace una obligación, ellos solo quieren publicidad para tener influencia y algunos ganan dinero por eso.
¡Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
IG / TW: @gmartin1961
Deja una respuesta