En principio dejo claro que toda eficiencia colectiva e institucional que demuestre el régimen me crea suspicacia. Y sabemos que la AN que hoy ocupa el Palacio Legislativo es de muy clara y evidente inclinación chavista.
También conocemos la histórica e indudable intención del chavismo a no perder ningún espacio de poder; no solo la intención de conservarlos, sino que de perderlos no ceder en ellos creando organismos y/o cargos paralelos o a través del TSJ (también creado a imagen y semejanza roja) anulando instituciones o personas que se les presenten con intención política contraria, o cuando quieren variar un poco y no sobrecargar al TSJ utilizan al Contralor de turno, ustedes saben, inhabilitando.
De esa cabuya tenemos todos más que un rollo.
Reto a cualquier lector, después de la sentencia aquella del TSJ a la cual Chávez llamó “plasta” que pasó con ese tribunal, o que sucedió con el referéndum consultivo que perdió Chávez y que hicieron después con lo que allí se consultó, a que me digan si a partir de estos dos casos el chavismo al perder alguna institución ha permitido su imparcial, democrático e independiente funcionamiento.
Por favor, mencionen solo una, una sola por favor. ¡Ah! Única condición: las alcaldías no cuentan.
Sígamos…
Entonces, a ver, a vuelo de pájaro.
Son cuatro los nuevos rectores, ya que una repite. Los suplentes también serían dignos de análisis, pero por ahora vamos únicamente con “los dueños del circo”:
Tania D’Amelio:
Participó en el comando de campaña por el “no” a favor del Chávez en el RRP del 2004, ha sido eterna diputada chavista y recién reelecta para el cargo de rectora en el CNE.
Nunca renunció a su militancia en el PSUV.
(Chavista)
Pedro Calzadilla:
Amplio historial de participación política a través del chavismo, ministro y demás.
(Chavista) ¡Ah! Y quedó como presidente del organismo.
Enrique Márquez:
Comenzó en política en Causa R apoyando la candidatura de Arias Cárdenas para gobernador del Zulia. Luego fue electo diputado (2000-2005) y conformó la bancada por la “autonomía parlamentaria” en oposición a Chávez. Después, pasó a ser del partido Un Nuevo Tiempo.
Fue destituido del partido por apoyar las elecciones presidenciales del 2018 que puso a Maduro dónde está hoy.
(Se entiende como opositor).
Alexis Colmenares:
Diputado en la ANC del año 2017 representando a los empleados públicos, fue vicepresidente de la “Comisión por los DDHH” del peor año de violencia y represión en Venezuela.
Integró el MBR-200 (movimiento político creado por Chávez) y luego en el PSUV.
No aparece en Wikipedia.
(Chavista)
Roberto Picón:
De muy bajo perfil político pero con amplia experiencia en procesos electorales. Colaboró en la organización de las elecciones para la Asamblea Nacional del año 2015 en la MUD.
En el año 2017 fue detenido arbitrariamente luego de ser anunciada su participación en la reestructuración de la MUD ese mismo año.
Estuvo preso unos meses. Fue liberado como medida de gracia por la ANC en diciembre del 2017 junto con algunos otros presos políticos, hoy en día no está claro si le impusieron medidas cautelares o si de haberlas ya fueron levantadas.
Tiene un amplio apoyo del mundo opositor venezolano.
Tampoco lo encontré en Wikipedia.
(Opositor).
Pues, así visto desde arriba, la relación es de 3 a 2. Dicen que es la mejor representación en la oposición en el CNE desde al RRP del año 2004 contra Chávez donde el Presidente era Carrasquero pero el de la voz cantante fue Jorge Rodríguez.
Aún recuerdo, cómo en esa oportunidad, siendo también tres a dos no permitieron la entrada al cuarto de totalización a Sobella Mejías y a Ezequiel Zamora rectores del CNE (de oposición), únicamente porque a Rodríguez no le dió la gana.
Después de varios años y muchas elecciones, la oposición venezolana vuelve a tener dos representantes en el organismo electoral. Pero siguen siendo de tres a dos. O sea, tres votos contra dos. O sea…
El tema aquí, no es sólo lo evidente de la correlación de poder dentro del CNE, es qué hacer en esta coyuntura política venezolana.
Internacionalmente en su mayoría el régimen de Maduro no es reconocido así como la AN elegida recientemente, pero por otro lado la comunidad internacional le ha abierto la posibilidad de reconocimiento a este CNE como el chance electoral para sacar al chavismo del poder.
La oposición, como siempre o casi siempre, está dividida, cuando no es por una cosa es por otra pero nuclearla es realmente algo muy difícil.
Y cuando hablo de oposición me refiero a la que hace ruido, a la de las RRSS ya que al parecer salvo excepciones de algunos líderes como Capriles que han manifestado el apoyo a la posibilidad de asistir a elecciones con esta nuevo organismo electoral, la dirigencia (los llaman G4) se han presentado en bloque contrario a cualquier participación auspiciada por este CNE.
El problema es entonces, ¿Qué hacer?
El modelo de lucha democrática está estancado, no avanza y hasta ha retrocedido.
El chavismo sabe manejar muy bien los “lobbys” internacionales y está encontrando buenas opiniones por “ceder” a esta nueva conformación electoral. O sea, para algunos ya Maduro no es tan dictador, si acaso un poco, nada más.
Es que en el mundo democrático, todo lo que lleve la palabra “elecciones” está excelentemente bien visto y nadie se adentra en las muy oscuras profundidades de la manipulación y la trampa, a mi parecer por comodidad.
Es así que el G4, Capriles, Machado, Guaido así como otros políticos y demás, deberán encontrar de nuevo una posición común para enfrentar este nuevo reto.
Y una vez, que los políticos y dirigentes traguen grueso entre ellos y así puedan enfrentar a la dictadura en el plano que sea y en el acordado, sea cual fuere la posición que tomen, aquí lo importante es la unidad.
Como siempre he dicho, las dictaduras caen cuando la oposición está unida. Y eso lo sabe muy bien el régimen.
Los que no han querido entender esto son siempre los mismos dentro de la alternativa democrática en Venezuela.
¡Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
IG / TW: @gmartin1961
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