La vida es totalmente bella y el deporte siempre es mágico, cuando la dos se mezclan son capaz de cambiar vidas y motivar nuevas pasiones.
Este sábado el tenis regaló una de las hazañas más maravillosas, en la historia de este deporte, una joven que llegó con muchos sueños hasta la dura cancha de New York, para disputar el último Grand Slam del año.
Emma Raducanu, británica de padre rumano y madre asiática, fue la protagonista de una historia novelística, que nos regaló el tenis durante este fin de semana, hecho como un guión y llevada para inspirar. La tenista de 18 años tocó el olimpo de New York, en el US Open, dónde para muchos, los sueños se hacen realidad.
Raducanu superó a Fernández, de 19 años, por 6-4 y 6-3 en una hora y 51 minutos en la pista central de Flushing Meadows.
Raducanu es la más joven en ganar un Grand Slam desde María Sharapova, en Wimbledon 2004 y la única en ganar sin ceder un sets en el US Open desde Será Williams, en 2014. Pero si eso no es magnífico, pues es la única que lo hace después de disputar las eliminatorias para entrar al certamen, es decir, no entraba directo por ser la 150 del mundo.
Mientras que su rival Leylah Fernández, número 73 del ranking de la WTA también llegó a la cúspide de su carrera, a pesar de no ganar el título, la joven de 19 años, disputó la final trás vencer a tres de las cinco mejores del ranking: Aryna Sabalenka, Naomi Osaka y Elina Svitolina.
Raducanu, ha vivido el “Sueño Americano” ha construido y pintado una obra de arte en este 2021, que la llevará sin duda a lo más alto del tenis mundial, pero será el tiempo que lo decida.
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