Nicolás Maduro le dio un nuevo golpe a la oposición. Esta vez le tocó el turno a Voluntad Popular, el partido fundado por Leopoldo López y Juan Guaidó hace 10 años, cuyos símbolos políticos, color naranja y tarjeta electoral fueron despojados por el Tribunal Supremo de Justicia oficialista.
De manera inconstitucional e ilegal el brazo jurídico del régimen de Maduro le arrebató el control del partido a sus fundadores y designó una nueva junta directiva usurpadora. Esto mismo ocurrió hace tres semanas con los opositores Acción Democrática, de 79 años, y Primero Justicia, de 21 años.
La intención de esta medida arbitraria contra las principales organizaciones de la oposición es arrebatarles su identidad política para incluirlas como participantes de las elecciones legislativas anunciadas para el 6 de diciembre.
El caso de Voluntad Popular (VP) tardó un poco en ejecutarse porque el fiscal chavista, Tareck William Saab, había solicitado al Tribunal Supremo que disolviera a VP por ser presuntamente una «organización terrorista y criminal» por haber llamado a protestas en 2014 y 2017. La Sala Constitucional, con ponencia del magistrado René Degraves, declinó su competencia a la Sala de Casación Penal, según se pudo conocer de la sentencia 0073-2020. Al final se decidió por la intervención como a otros partidos.
El presidente interino y de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien se había separado de su militancia en el VP para tener mayor autonomía en sus funciones presidenciales dijo que el régimen chavista sigue «cooptando partidos políticos, en este caso Voluntad Popular, entregado a los denominados alacranes, judas, entregados a la dictadura».
Guaidó aseguró que «no tienen ningún tipo de potestad para salvaguardar, para poder representar legítimamente lo que durante años han construido partidos políticos, enarbolando banderas de democracia, de libertad y, sobre todo, de dignidad».
Por su lado Leopoldo López respondió en su cuenta de twitter: «Que los narcotraficantes perseguidos por la justicia internacional, con órdenes de captura y recompensas millonarias; que los culpables de tantas muertes y sufrimiento de inocentes nos pongan en la acera contraria a ellos, nos reafirma que estamos del lado correcto de la historia». Ratificó que «nuestra postura es que no se puede luchar por elecciones libres, participando en fraudes y farsas electorales organizadas por quienes buscan callar la voluntad del pueblo. Nuestro partido, fiel a la lucha por la libertad de Venezuela, no obedece imposiciones dictatoriales».
Por último López subrayó que su «lucha sigue de manera firme, a pesar de los peligros y hasta las últimas consecuencias. Desde El Nula hasta Tucupita, desde Caracas hasta Puerto Ayacucho, desde la cárcel o el exilio, ningún activista de Voluntad Popular descansará hasta ver libre a Venezuela».
Deja una respuesta