El acuerdo debe comenzar por casa: por Gonzalo Martín

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La semana pasada, entre tantas noticias, surgió la propuesta por parte del presidente Guaidó (confieso que a estas alturas me cuesta un poco llamarlo presidente, pero eso es otro tema) de un gran “Acuerdo de Salvación Nacional”.
En principio me pareció una propuesta más, algo para motivar a la gente, a que no pierda el interés en la política y en una lucha que ya, poco a poco, se ha venido viendo perdida o al menos estancada. El régimen avanza con tres de sus cauchos pinchados, pero avanza; a ciencia cierta nosotros los ciudadanos comunes no sabemos qué sucede, si es que algo sucediera, en el backstage de la política.
Pero es así que de repente Guaidó lanza esta propuesta de la cual Maduro recoge la idea inmediatamente, o sea… algo si hay.
Como para no perder la exclusiva, Nicolás lanza entonces el tubazo que por el régimen el diputado “oficialista” Francisco Torrealba ha tenido conversaciones con el diputado Freddy Guevara buscando acercamientos.
O sea, el régimen por alguna razón ha tenido que reconocer a la oposición representada por Guaidó (la verdadera, valga aclarar) y el poder que ésta tenga.
Todos sabemos que esa “alguna razón” son realmente varias; en general el mal estado del país y su catastrófica situación en todas, repito, en todas sus áreas, las sanciones tanto individuales como al país, así como el sospechado descontento entre algunos militares y políticos que cada día ven más cerca el alicate de unas sanciones personales que aún no les ha alcanzado y que además hay un grupo muy poderoso que no sabe dónde continuar lavando sus capitales en Venezuela por la fiscalización internacional y necesitan volver a comenzar a sacar sus dineros represados en en el país y eso solo será posible si el chavismo negocia.
El asunto es que Maduro ha debido reconocer a “la nada” como una vez llamó a Guaidó y dialogar con él (sus representantes, pues).
Bocón al fin, Maduro comenzó a gritar que las condiciones las ponía él, claro no faltó Jorge Rodríguez haciendo lo mismo.
Por su lado, el diputado Freddy Guevara tuvo que salir a dar algunas explicaciones, lo normal pues.
Y así va hasta hoy la dinámica.
Reconozco que me hizo mucha gracia que inmediatamente, opinólogos como yo, salimos a hacer conjeturas sobre el porqué el régimen está cediendo, como mencioné líneas más arriba, motivos hay de sobra, pero también sabemos que a la jerarquía en el poder no le interesa soltar el mando salvo que les devuelvan sus churupos y además les brinden algún tipo de inmunidad, pero igual aún con todas las precariedades de la Nación y sus habitantes, para un resentido social es muy sabroso tener el control del país al que convirtieron su finca.
Volviendo al asunto, también se dice que la comunidad internacional está presionando para encontrar la solución que de todas todas pasa por elecciones, eso ya lo sabemos, el tema será siempre las condiciones de las mismas (elecciones).
Pero lo que me hizo mucha gracia, es que las conjeturas nos llevaron a creer que Maduro está atrapado, arrinconado por las circunstancias y quizás apretado esté, pero no acabado.
El poder que tiene la oposición es muy frágil, depende únicamente del apoyo internacional ¡más nada!. Y digo frágil ya que el ámbito político internacional es muy dinámico y el país que hoy apoya a la democracia en Venezuela, mañana puede ablandar su posición o simplemente dar la espalda y punto.
Entonces, el verdadero gran Acuerdo Nacional debe comenzar necesaria e imprescindiblemente por hacerse en la misma oposición.
Sabemos de las variadas posiciones en el núcleo opositor, también de comentaristas, otros políticos, periodistas de opinión, etc. en donde lo único que los une es el discurso de sacar a Maduro y al chavismo de Miraflores. Pero, “deseos no preñan”.
Es así que ninguna conversación, negociación, ningún acuerdo tendrá éxito para hablar con el chavismo si antes no hay una manifiesta y sólida unidad de todos los factores dentro de la oposición.
Mientras muchos piensan que el “Acuerdo” ya está en camino, el régimen sigue jugando duro por su sobrevivencia y en ese tablero de juego está principalmente la pieza de la división en la oposición.
Todo lo que hoy diga Maduro, Diosdado, Jorge Rodríguez así como su hermana estará dirigido a que la oposición no se reencuentre; y es allí entonces, donde Guaidó, Capriles y Machado como los representantes más diversos dentro de la autogolpeada oposición, deberán acordar no solo una tregua, sino un plan de acción común para llegar al punto principal que los une, salir del régimen de Maduro.
Mientras este acuerdo opositor no se produzca, seguiremos exactamente igual como hasta hoy. Venezuela cayéndose a pedazos.
Es así, Presidente Guaidó, necesario es que extienda la mano a todos dentro de la oposición, construyan ustedes de nuevo el 2015 y el 2017 y tendremos pronto un mejor panorama del porvenir como país y su democracia.
El acuerdo debe comenzar por casa.
¡Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
IG / TW: @gmartin1961
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