El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) anunció que prohíbe la participación de mujeres transgénero en competiciones deportivas femeninas, cumpliendo así una orden ejecutiva del presidente Donald Trump. La nueva política, publicada este lunes, obliga a las federaciones deportivas nacionales a actualizar sus normativas y restringe el acceso a deportes femeninos solo a atletas que hayan nacido mujeres, excluyendo a las mujeres transgénero de todas las categorías olímpicas y paralímpicas.
La decisión se deriva de la orden ejecutiva 14201, que prohíbe explícitamente la participación de mujeres transgénero en estos eventos, argumentando la protección de la “seguridad, dignidad y bienestar de las mujeres biológicas”. Aunque en los nuevos estatutos no se menciona la palabra “transgénero”, sí se exige el cumplimiento de todas las regulaciones federales y se refuerza la idea de un “entorno de competición justo y seguro” para las mujeres, en línea con la legislación vigente.
Además, la orden de Trump amenaza con retirar el financiamiento federal a cualquier entidad que permita la participación de mujeres transgénero en deportes femeninos, alegando la violación del Título IX, que garantiza la igualdad de oportunidades para las mujeres en el ámbito deportivo. Esta medida también afecta a la NCAA, que ya ha ajustado su política para alinearse con la normativa federal.
La decisión refleja la postura del actual gobierno estadounidense, que reconoce únicamente dos géneros (masculino y femenino) y considera que la inclusión de mujeres transgénero en competencias femeninas atenta contra la “justicia deportiva”. El USOPC, en una comunicación interna, señaló que, como organización con estatus federal, tiene la responsabilidad de cumplir con las directrices del gobierno, aunque el tema genera controversia y debate sobre los derechos de las personas transgénero en el deporte de élite.
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