“Durante los últimos 30 años, nos hemos dedicado a estudiar el impacto de las toxinas en los niños y hemos llegado a una conclusión inevitable: las pequeñas cosas importan y las toxinas pueden tener un impacto de por vida en los niños”, afirma el Dr. Bruce Lanphear, profesor e investigador de la Simon Fraser University (Canadá), en el comienzo de un video sobre el efecto de los tóxicos en el coeficiente intelectual y el desarrollo cerebral de los niños, producido por el Canadian Environmental Health Atlas y traducido al español por IPEN.
Por medio de animaciones muy ingeniosas, en el video se muestra cómo la exposición a dosis muy bajas de sustancias químicas tóxicas puede afectar el desarrollo del cerebro infantil. A su vez, explica por qué se deben tomar medidas para reducir la exposición de los niños a plaguicidas organofosforados, retardantes de llama, metales pesados, BPA, entre otros.
La conclusión del video surge como resultado de 30 años de investigación y, con evidencia científica, contradice lo que la industria química intenta imponer: que la exposición a sustancias químicas tóxicas es demasiado pequeña para causarnos daño. “Hemos descubierto que incluso niveles sumamente bajos de toxinas pueden afectar el desarrollo del cerebro”, sentencia el Dr. Lanphear.
Con información de www.noharm-uscanada.org
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