La importancia de la educación sexual, no sólo radica en enseñar como detectar o conocer una enfermedad de transmisión sexual o evitar un embarazo no deseado, también implica conocerse tanto mujeres como hombres, autoexplorarse y así poder percibir lo que no es normal.
Una de las inquietudes que se presenta con frecuencia es sobre la normalidad del dolor durante el coito o penetración, incluso hasta después del mismo, porque quizás ocurra una vez, pero cuando persiste en el tiempo llega un momento en que se toma como parte de la vida generando incluso problemas psicológicos por no buscar ayuda.
La Dra. Maryory Gómez, Ginecobstetra y especialista en laser ginecológico explica “La Dispareunia es la presencia de dolor durante la penetración persistente o recurrente, es considerada dentro de los trastornos sexuales femeninos, con una incidencia reportada por la OMS entre un 8 y 22%, mientras otros autores presentan entre un 10 a 15% quizás por factores socioculturales, se puede dar por diferentes causas”.
Las causas varían dependiendo de la edad, por ejemplo en una adolescente o joven puede suceder al principio de sus vidas sexuales, tienen relaciones en lugares no cómodos, eso hace que no se relaje y pueda presentar cierta resistencia a la penetración. De hecho, se ha registrado un distrés en la relación sexual de un 24,4%, que tiene que ver con el estado mental, la salud física, nivel de educación y la relación de pareja.
También existe la presencia de irritación, ardor, dolor como causas no infecciosas después de un lavado vaginal no adecuado, uso de jabones o geles estimulantes con productos que sean alérgenos, falta de lubricación. No obstante, también puede tener patologías ginecológicas como miomas, endometriosis, tumores ováricos, prolapsos, no se puede olvidar que el colon y la vejiga se encuentran cerca y si padece del síndrome de colon irritable también puede afectar.
Algunas causas infecciosa: candidiasis, tricomoniasis, vaginosis, herpes o la presencia del virus del papiloma humano, infecciones urinarias y enfermedad inflamatoria pélvica. Explica Gómez “Lo importante en principio es detectar si hay algo que no esté funcionando y hablarlo con la pareja, ya que la mayoría de las veces sucede que no lo hablan, se aguantan solo por cumplir, no acuden al médico y se hace crónico en el tiempo”.
La Dispareunia severa y prolongada es un problema de salud en todas las mujeres y más en jóvenes que se registra una prevalencia de 13 % en edades reproductivas entre los 20 a 29 años, con descensos por cada década subsiguiente. Sorprendentemente pocas afectadas consultan y el sufrimiento dura años.
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