Las técnicas de regeneración del cabello con injertos capilares se han popularizado en los últimos años al tratarse de procedimientos eficaces con garantías de calidad, que en pocos meses logran un aspecto deseable y saludable.
Cuando se habla de injertos capilares o trasplante capilar, se contempla un proceso en el que se asegura una regeneración del cabello perdido. Para ello, se trasplantan folículos capilares de las partes del cuero cabelludo que preservan cabello a las que se encuentran despobladas, siendo una opción óptima tanto para alopecia androgenética como para la alopecia cicatricial.
La tasa de éxito es elevada y el período postoperatorio es cómodo y poco doloroso. Por todos estos motivos, cada día más personas apuestan por hacer un injerto capilar para recuperar la vigorosidad de su aspecto. Si este es tu caso, pero todavía tienes dudas al respecto del procedimiento y sus resultados, este es tu post. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la realización de injertos capilares.
Existen diversas técnicas para el procedimiento de trasplante capilar, si bien la más puntera hasta el momento es la técnica FUE (Folicular Extraction Unit) de microinjertos capilares.
La técnica FUE permite redistribuir de forma sistemática los folículos capilares, de modo que en cada uno de ellos se introducen microinjertos de unidades foliculares. Este procedimiento se hace folículo por folículo, introduciendo grupos de hasta 4 injertos emulando el crecimiento del cabello natural.
Así, utilizando zonas posteriores o laterales del cuero cabelludo, a modo de donantes, se introducen los microinjertos en las zonas receptoras alopécicas o con aclaramiento del cabello, realizando previamente microincisiones para que sea posible depositar el folículo.
Este procedimiento está indicado tanto para hombres como para mujeres, llevándose a cabo a nivel ambulatorio con anestesia local. Además, se trata de un tratamiento óptimo desde el estadio 1 de alopecia, lo que permite en buena medida frenar la pérdida del cabello en su totalidad.
Una de las dudas más comunes entre los usuarios de trasplante capilar es si los microinjertos se pueden volver a caer. A lo que la respuesta es que no, debido a la programación genética de la zona donante.
Si se piensa en el patrón de caída capilar convencional, que emula el “peinado de fraile”, es posible ver cómo los laterales y la zona posterior del cuero cabelludo no tienden a la caída. Esto es debido a que estas zonas poseen receptores hormonales que se encuentran constantemente activados por la hiperactividad de las enzimas, lo que da lugar a que su crecimiento se mantenga estable a lo largo del ciclo vital.
Al depositar esta modalidad de folículo en la zona receptora, esta adquiere propiedades de crecimiento similares, lo que garantiza el desarrollo de un cabello fuerte y sano en cuestión de entre diez y doce semanas.
Transcurrido el año de la intervención lo más común es realizar un seguimiento para comprobar la textura, densidad y longitud del cabello con el objetivo de comprobar si el proceso de regeneración capilar está funcionando o si resulta preciso llevar a cabo una segunda intervención para rellenar zonas con aclaramiento capilar. Aunque también cabe decirse que esta sesión recordatoria no suele ser necesaria dados los buenos resultados de la técnica FUE.
Tras una intervención de injertos capilares, es importante seguir una serie de recomendaciones postoperatorias para asegurar los resultados más óptimos.
La zona donante será vendada, mientras que la zona receptora quedará expuesta, de modo que es importante evitar cualquier tipo de roce y reposar por al menos 3 días.
Es importante, además, dormir boca arriba durante estos días para que la inflamación no descienda a la cara y para que los injertos no presenten fricción con la almohada, ya que el roce por mínimo que sea puede impedir la germinación del cabello.
Considerando además la prescripción farmacológica del médico, se deberán utilizar exclusivamente los productos recomendados, evitando el uso de aspirinas, al menos durante la primera semana. En las primeras 24 horas será muy importante no consumir ningún tipo de anticoagulante o suplementos naturistas como el ginseng.
Se retirará el vendaje de la zona donante y se recomendará beber bastante agua para que se expulsen los restos de anestesia que hayan podido quedar en el organismo. Además, quedará prohibido consumir bebidas alcohólicas y con cafeína por al menos 1 mes.
En lo relativo al tabaco, se recomienda reducir el consumo y si es posible no fumar hasta transcurridos 10 días, ya que el tabaco reduce la oxigenación sanguínea, lo que puede dificultar el proceso de cicatrización.
En cuanto a la ropa, se priorizará el uso de prendas con apertura frontal como camisas, con el fin de no rozar la zona receptora al cambiarse.
DURANTE EL PRIMER MES:
Se deberá evitar la realización de actividad física y deporte de alta intensidad, así como la exposición prolongada al sol, ya que el sudor puede incrementar el riesgo de infección. En el caso de los deportes de contacto es recomendable esperar mínimo 45 días para que no se produzcan roces en la zona receptora.
Por último, los procesos de lavado deberán realizarse con agua tibia, evitando en la medida de lo posible las temperaturas extremas.
El trasplante capilar es uno de los procedimientos más desarrollados y testados hasta la fecha, lo que pone a disposición de los usuarios las técnicas más seguras y eficaces para recobrar la vida del cabello. Además, debido a su regulación por el marco europeo, la aplicación de injertos capilares se realiza siguiendo modelos de buenas prácticas profesionales, lo que garantiza en última instancia la fiabilidad de la técnica.
Si deseas mejorar tu aspecto y consideras que hacer un injerto capilar es la solución que andabas buscando, no dudes en apostar por este procedimiento, ¡sin duda alguna te cambiará la vida!
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