Ayer se volvió a hablar del Lunes Negro, evocando momentos históricos como el 19 de octubre de 1987 y el 28 de octubre de 1929. Estos eventos comparten un resultado común: un colapso mundial de las bolsas que comenzó en Asia y se propagó a las operaciones en Estados Unidos. El 5 de agosto, el índice industrial Dow Jones sufrió una caída de más de 1,000 puntos, reflejando el pánico en los mercados.
Como en anteriores Lunes Negros, se desató un frenesí de ventas de acciones, donde desde grandes comisionistas hasta pequeños inversores temían perder más de lo esperado.
Causas del Colapso
La masiva venta de acciones fue desencadenada por los decepcionantes datos de empleo en Estados Unidos. El 2 de agosto, se reportó un aumento del desempleo al 4.3% y la creación de solo 114,000 puestos de trabajo en julio, muy por debajo de las expectativas de 215,000. Claman Cheelsen, investigador de mercados, advirtió que esto es una clara señal de desaceleración económica, indicando que la falta de empleo sugiere que las empresas no están generando suficiente actividad para requerir más mano de obra.
Impacto de las Tasas de Interés
Mientras Estados Unidos mantiene sus tasas de interés sin cambios, Japón ha comenzado a incrementarlas. La Reserva Federal de EE.UU. mantuvo su tasa de fondos federales en su nivel más alto en 23 años, entre 5.25% y 5.50%, por octava reunión consecutiva. Algunos analistas temen que la Fed esté tardando demasiado en realizar ajustes necesarios.
El 31 de julio, el Banco Central de Japón decidió aumentar su tasa de interés al 0.25%, el nivel más alto desde 2008, en respuesta a la depreciación del yen. Esto llevó a los inversores a liquidar posiciones de **carry trade**, donde se endeudaban en yenes a tasas bajas para invertir en activos más rentables.
Consecuencias para el Mercado
La caída del mercado afectó gravemente a los llamados Siete Magníficos (Alphabet, Amazon, Apple, Meta Platforms, Microsoft, Nvidia y Tesla), que en conjunto perdieron aproximadamente **653,000 millones de dólares** en capitalización bursátil. Esta fue la mayor pérdida en un solo día desde que el 24 de julio se reportaron pérdidas de 744,000 millones de dólares. Nvidia, en particular, sufrió un recorte de 167,000 millones de dólares en su valor de mercado, cayendo por debajo de los 3 billones de dólares.
El Lunes Negro de ayer no solo resalta la fragilidad del mercado actual, sino que también recuerda a los inversores las lecciones de crisis pasadas.
Información y redacción IE
Deja una respuesta