Ciudad de México.— En un esfuerzo conjunto entre organizaciones de la sociedad civil, agencias internacionales y autoridades locales, cientos de migrantes —en su mayoría venezolanos— que permanecían en el campamento improvisado de La Soledad, en la alcaldía Venustiano Carranza de la Ciudad de México, recibieron atención médica, psicológica y asesoría legal antes de ser reubicados.
El operativo humanitario se desplegó luego de semanas de creciente tensión y vulnerabilidad en el campamento, donde muchas familias vivían desde hace meses en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos y con una profunda incertidumbre debido a la suspensión del sistema de citas CBP One, que ofrecía una vía legal para solicitar ingreso a Estados Unidos.
Organizaciones como ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), Apoyo a Migrantes Venezolanos, así como representantes de distintas alcaldías capitalinas, activaron módulos de atención integral donde se brindó orientación legal sobre trámites migratorios, se realizaron chequeos médicos y se ofreció contención emocional ante los efectos del desplazamiento forzado.
Posteriormente, los migrantes fueron desalojados pacíficamente del lugar, y reubicados en una plaza cercana dentro de la misma alcaldía, donde se les garantizaría acceso al agua potable y mejores condiciones de estancia temporal.
“La ayuda llegó en el momento más crítico”
Varios testimonios recogidos en el lugar expresaron agradecimiento por la asistencia recibida. “Hemos pasado frío, hambre, y miedo… pero hoy sentimos que no estamos solos”, comentó Mariana, madre venezolana de dos niños pequeños que llevaba más de cuatro meses en el campamento.
La situación de estos migrantes refleja una crisis más amplia que involucra flujos irregulares, políticas migratorias cambiantes y la necesidad de respuestas articuladas que prioricen los derechos humanos.
Las organizaciones reiteraron su compromiso de seguir acompañando a las personas en movilidad, al tiempo que hicieron un llamado a las autoridades a establecer soluciones sostenibles que eviten la proliferación de campamentos improvisados y garanticen una migración segura y digna.
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