El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, confirmó la deportación de un grupo de 17 migrantes a El Salvador, quienes fueron acusados de pertenecer a las organizaciones criminales Tren de Aragua y MS-13. En sus redes sociales, Rubio destacó que esta acción fue parte de una exitosa operación antiterrorista realizada por el Ejército de Estados Unidos junto a sus aliados en El Salvador. En su comunicado, el secretario mencionó que el grupo incluía a asesinos y violadores, subrayando la gravedad de los delitos asociados a estos individuos.
De los 17 deportados, siete eran venezolanos. Rubio mencionó que bajo la administración de Donald Trump, se designó al Tren de Aragua y a MS-13 como organizaciones terroristas extranjeras, enfatizando que estos criminales ya no representarían una amenaza para las comunidades estadounidenses. Según funcionarios de la Casa Blanca, los migrantes fueron trasladados desde Guantánamo al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). A pesar de la lista proporcionada, solo se identificaron 16 nombres en la documentación.
Los venezolanos deportados fueron identificados como Keivis Jesús Arrechedera Vásquez, Jorge Guerrero-Quintero, Leandro Herado Zambrano, Brayant Silva Rauseo, Maiker Espinoza Escalona, Ricardo Jaramillo Labrador y Víctor Ortega-Burbano, todos vinculados a diversos delitos. Además, se deportaron varios individuos salvadoreños pertenecientes a la MS-13, condenados por homicidio y agresiones sexuales, entre otros crímenes.
El presidente salvadoreño también se pronunció sobre la llegada del grupo, afirmando que todos eran asesinos confirmados y delincuentes de alto perfil, incluidos seis violadores de niños. Esta deportación forma parte de una serie de acciones del gobierno de Trump, que ha deportado a más de 200 venezolanos bajo la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, aunque familiares y organizaciones han denunciado que algunos de ellos no tienen antecedentes penales y fueron etiquetados como miembros de bandas solo por sus tatuajes.
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