Denuncia de contaminación sónica en la comunidad Renny Ottolina de Carabobo

José Nieves

Habitantes de la comunidad Renny Ottolina, ubicada en la Avenida Venezuela, manzana 190-12, han alzado su voz para denunciar la persistente contaminación sónica generada por el Bodegón Los Compadres. Según los residentes, esta problemática se presenta de manera constante desde los días jueves hasta los lunes a las 6:00 am, afectando de forma directa a más de 20 familias, además de perjudicar a quienes viven en los alrededores.

Una de las situaciones más preocupantes es la que vive una de las familias colindantes al bodegón. La señora de la casa, una paciente cardiopata con vasculitis sistémica, prótesis bilateral de caderas y perteneciente a la tercera edad, se ve gravemente afectada por el ruido constante. A esto se suma la presencia de un niño con autismo, cuya condición se ve exacerbada por la contaminación sónica.

Los habitantes de la comunidad hacen un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que tomen medidas inmediatas y efectivas que pongan fin a esta situación, y se restablezca la tranquilidad y el bienestar en la zona. La comunidad espera una pronta solución que permita a sus residentes vivir en condiciones saludables y libres de perturbaciones sonoras. Título: Denuncia de Contaminación Sónica en la Comunidad Renny Ottolina de Carabobo

Habitantes de la comunidad Renny Ottolina, ubicada en la Avenida Venezuela, manzana 190-12, han alzado su voz para denunciar la persistente contaminación sónica generada por el Bodegón Los Compadres. Según los residentes, esta problemática se presenta de manera constante desde los días jueves hasta los lunes a las 6:00 am, afectando de forma directa a más de 20 familias, además de perjudicar a quienes viven en los alrededores.

Una de las situaciones más preocupantes es la que vive una de las familias colindantes al bodegón. La señora de la casa, una paciente cardiopata con vasculitis sistémica, prótesis bilateral de caderas y perteneciente a la tercera edad, se ve gravemente afectada por el ruido constante. A esto se suma la presencia de un niño con autismo, cuya condición se ve exacerbada por la contaminación sónica.

Los habitantes de la comunidad hacen un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que tomen medidas inmediatas y efectivas que pongan fin a esta situación, y se restablezca la tranquilidad y el bienestar en la zona. La comunidad espera una pronta solución que permita a sus residentes vivir en condiciones saludables y libres de perturbaciones sonoras.

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