Ayer los carabobeños y creo que gran parte del país fuimos sometidos a un inusitado aguacero. Por los lados del Trigal Centro no hubo electricidad por más de 14 horas, y si eso ocurrió en las inmediaciones de la Quinta Carabobo, residencia oficial del gobernador, que podemos esperar del resto del estado.
Más de veinte años sin leer “Se desbordó el caño La Yuca”, tal acontecimiento sólo nos indica que los tempranos operativos del gobierno regional y municipales para limpiar caños y quebradas son insuficientes para atender las realidades de nuestras comunidades. Tanto el gobernador como los alcaldes, no deben limitarse a retroexcavadoras y limpieza de escombros, mucho menos a brocha y pintura. Deben acometer obras de envergadura que aseguren la resolución definitiva del recurrente problema y ser auténticos gobernantes, plantándose frente al ejecutivo nacional por la obtención de los recursos necesarios que permitan acometer obras eficientes. Algo de nuestra crisis regional sabe el Presidente Maduro cuando recién ofreció el embaulamiento del Caño La Yuca, por cierto, Roberto Vernet que conoce muy bien de ese asunto, advierte sobre la conveniencia de ejecutar mas bien una Canalización del Caño. Que dicen al respecto el Gobernador y el Alcalde. Pues nada.
Con tanto problemas leemos asombrados la desfachatez del gobierno nacional de ofrecer energía eléctrica al estado brasileño de Roraima, cuando ni siquiera nuestras industrias básicas ubicadas en Ciudad Guayana dispusieron en su momento de la energía electrica necesaria para su funcionamiento, y ello sin resaltar la oscurana a la que está sometida nuestra población a lo largo y ancho de Venezuela. Puedo dar fe, con absoluta certeza que el servicio eléctrico en Carabobo es quizas uno de los más desastrosos del país.
La incompetencia es tal que en días recientes el Diputado Regional Carlos Molina informó al estado que el verdadero problema operativo de la Maternidad del Sur, no es de instalaciones ni de equipos sino a causa del colapso del servicio por haber sido derivado a ese centro todas los servicios de maternidad que antes se prestaban en la CHET, debido a que as instalaciones para tal fin el el Hospital Central fueron dispuestas para recibir las emergencias del COVID19 y al parecer al día de hoy el gobierno regional no ha subsanado tal eventualidad, ignorando el daño que causan a las parturientas y neonatos en la Maternidad del Sur en nuestra ciudad.
Las citas anteriores nos invitan a reflexionar si los venezolanos nos merecemos tales gerentes públicos. No voy a ser repetitivo inventariando la metódica destrucción de la economía venezolana, comenzando por PDVSA, que por ahora no sabemos de quién es, pero que indudablemente no es del pueblo, porque ni gasolina de la cara tenemos si antes no nos someternos a extenuantes colas para surtir.
Entonces, qué hacer. Seguimos con estas realidades. De quien es la culpa, del gobierno o de nosotros mismos por no resolvemos a destituir tales funcionarios fallidos el venidero 2024. Vamos a seguir desunidos. Vamos a seguir abonando por nuestras justas apetencias personales o de grupo que solo favorecen la estrategia del gobierno de dividir y estimular la abstención, o nos vamos a enseriar y a buscar la ruta de entendimiento que nos permita cambiar tal cúmulo de ineficiencias e iniquidades por una nueva gerencia pública que nos garantice el país que merecemos y no el que estamos viviendo.
Saludos
Ig: @rafaelnegroblanco
Tw: @negroblanco
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