La Venezuela del día a día, las ciudades, los pueblos y caseríos son en su mayoría en la actualidad, pueblos fantasmas así los califican sus habitantes pues han perdido la organicidad de los movimientos cotidianos, no por causa de la pandemia, ya era así antes del que el #VirusChino agravara la ya depauperada vida de nuestra gente; ya el quehacer productivo estaba mermado en un 80 % pues la narcotiranía expropió miles de empresas a las cuales luego quebró y otras miles cerraron sus puertas por las bajísimas o nulas garantías de respeto a sus derechos mercantiles, la dificultad para movilizarse en transporte público era altísima ya que el parque automotor estaba ya en las últimas, comparable sólo con la flamante flotilla de carros desvencijados de los años 70 de Cuba. Por dónde te metas verás ruinas de lo que antaño fue vida en prosperidad y avance, salir de la casa es toda una aventura, sin poder cubrir las básicas necesidades de asearse, comer completo y movilizarse, amén de la exposición que significa andar por las calles plagadas de delincuentes, literalmente expresidiarios armados por la tiranía para controlar a quienes osen protestar por sus derechos violados segundo a segundo.
Parece la descripción de ficción de una novela espeluznante y es tristemente nuestra pavorosa realidad.
Con el transcurrir del tiempo y pensando que no podíamos estar peor, los narcobandoleros liderizados por el extranjero y narcocriminal de Maduro, el pasado 17 de marzo decretó una cuarentena nacional justificandolo como requerimiento para afrontar la pandemia pero quedó demostrado con el tiempo que a Venezuela todavía no había llegado el virus chino. La verdad verdadera fue que se aprovecharon de la situación mundial y la cuarentena fue acelerada para tapar la injustificable falta de combustible ya que no podían seguir manteniendo el suministro a Caracas y mucho menos al resto del país por la paralización, léase destrucción de todas nuestras refinerías, es allí cuando comienzan a disponer del suministro según su conveniencia a los vehículos que ellos consideran esenciales, es cuando entra en vigor el plan de racionamiento selectivo del narcorégimen. Eso sí, cada gobernador tiene sus bombas de gasolina, las cuales casualmente siempre tienen dotación y se manejan solo en dólares.
Tenemos que reconocer que son unos grandes expertos en la manipulación, el cinismo y en conseguir siempre un culpable para todo, nunca son causantes de nada y arruinaron a todo un gran país de inmensas riquezas. Se amparan en justificaciones anacrónicas y falsas, empezaron con la campaña del bloqueo naval de Estados Unidos, que estaría impidiendo el suministro de insumos necesarios para la producción del combustible y la verdad es que las refinerías en los últimos 20 años no recibieron ningún mantenimiento al igual que toda la infraestructura del país.
Lo inexplicable es que somos el país de mayores reservas petroleras en el mundo cuestión que no se compagina con la falta de inversión, de mantenimiento de lo existente, cero inversión en nuevos caminos para la producción y simultáneamente con la mayor corrupción que acabó con la principal industria del país, PDVSA y obviamente ante esa cadena de desmantelamiento, las refinerías colapsaron. Se llegó a procesar o producir más de 1.300.000 barriles diarios de gasolina y el consumo interno llegó a 300.000 mil y se llegó a exportar más de un millón diariamente pero llegó “Don Regalón” Chávez y acabó con todo, sus trueques de riquezas de todos a cambio de alianzas insanas, de “incondicionalidades” temporales y obviamente interesadas acabaron con el negocio que nos mantenía, que daba para hacer planes a mediano y largo plazo de un país con sus tropiezos pero en franco avance, para los inversionistas Venezuela era muy apetecible y eso consta al ver la cantidad de empresas marcas, sedes regionales de grandes empresas que existían en nuestro territorio. No hay descanso, tenemos que repetirlo y escribirlo una y mil veces para que las futuras generaciones tengan clara conciencia de lo que es capaz de destruir la peor desgracia o peste de la humanidad, llamada el socialismo o comunismo del siglo XXI.
Nuestra vivencia desde la cárcel del exilio nos hacer ver con espanto como ha sido posible la devastación sin compasión de una empresa como PDVSA, sin una pizca de condolencia, transformado esa riqueza producto y resultado de formación de profesionales, aportes de investigación en una sarta de ineptos metidos a verduleros, entregando vegetales y pollos dejando de lado las tareas de ingeniería petrolera las cuales rendían frutos para el desarrollo real.
Seamos bien claros todos los venezolanos, la única forma de que el país se recupere y supere tanto atraso es tumbando del poder de cualquier forma a esos narcobandoleros, para que el país se abra a las inversiones internacionales y Venezuela pueda resplandecer y ser nuevamente el gran país de oportunidades que por mucho tiempo fue. Los desalmados que promueven las desgracias del comunismo intentan sin pausa por todo el mundo penetrar a los países para acallar y disminuir la voluntad y democracia de los pueblos, por mi parte hasta el último respiro denuncio y batallo para que no logren sembrar una dictadura más en el mundo con lo único que me queda, LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio “El Gato” Briceño Torrealba
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Fuente: http://gatobriceno.blogspot.com/2020/10/despilfarro-y-orgia-tesoro-regalado.html
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