Una de las bebidas calientes más tradicionales y consumidas en el mundo es el café. Ya sea para compartir una conversación o para despertarte, este producto ha llegado a convertirse en una adicción para quienes lo necesitan para mantenerse activos durante el día.
El caminar por lo menos 10 minutos después de almorzar te dará la misma cantidad de energía que una taza de café.
Así como puedes caminar en un espacio cerrado, cambiar el espacio en el que te encuentras te ayudará a despejar la mente y obtener la concentración necesaria para tus labores.
Además, al trasladarte a otra ubicación permite que tu cerebro descanse de la monotonía y se reactivará.
Los occidentales tenemos la costumbre de tener la “hora dulce” en la tarde, entre las 3 y las 5 de la tarde, que por lo general están acompañadas con una taza de café.
Sin embargo, consumir carbohidratos o azúcares solo agravarán la situación. Si comes dulces, el cuerpo segregará más insulina y pedirá más glucosa, mientras que las harinas -en formas de pan- se convertirán en energía lenta y, además, se irán a tu cintura.
No, no te estamos pidiendo que hagas un maratón o saltes en garrocha. Si tu organismo está empezando a desacelerarse o te empiezas a sentir pesado, puedes tomarte unos minutos para brincar como si estuvieses saltando la cuerda.
Fuente: Globovision
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