Recientemente el afamado actor francés Alain Delon pidió que le fuese practicada la eutanasia.
Según RAE, eutanasia es:
“1. f. Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura.
2. f. Med. Muerte sin sufrimiento físico.”
El francés, quien reside en Suiza, país donde es legal realizar estos procedimientos a petición de los pacientes; luego de padecer recientemente dos derrames cerebrales y sufrir la pérdida de la madre de su hijo (Nathalia Delon), decidió morir dignamente.
“Envejecer apesta” dijo en una de sus últimas entrevistas, es así que su hijo Anthony Delon, también actor, informó que su padre le habría pedido iniciara los trámites para “morir dignamente”.
En mi opinión, si ese es su deseo está muy bien que se le cumpla, el actor tiene 85 años, ha tenido una vida intensa y exitosa; al parecer aún tiene plenas capacidades mentales para razonar y es entonces que, ha tomado esta decisión.
Ahora…Una cosa es la eutanasia por decisión propia y otra el asesinato.
Mientras el actor francés ha considerado que es hora de retirarse con elegancia y dignidad (así lo entiendo yo) nuestros viejos en Venezuela luchando por terminar sus días con, al menos, dignidad.
El régimen de Nicolás Maduro los está masacrando lentamente al impedirles tener una muerte digna.
No solo estoy hablando de la mísera pensión que les son otorgadas a través de las decisiones que provienen desde la dictadura al asignarles montos mucho más más ridículos al compararlo con el costo de la vida, es que tampoco les provee atención médica mínima básica para las condiciones de edad.
Otra, es que donde sea que vivan nuestros viejos, tampoco les llega electricidad ni agua de manera normal, ¡decente pues!
Pero tampoco es todo, es que ha obligado a los abuelos a morir en soledad a muchos de ellos.
Cuando el pais, está bajo las garras del chavismo lo que ofrece es pobreza, inseguridad económica, y de la otra también a los jóvenes que necesitan construir su vida, es así que deben emigrar buscando no únicamente un mejor futuro para cada uno, sino también la manera de ayudar a sus viejos que han debido quedar atrás, bien sea por la imposibilidad de viajar como también, en muchas ocasiones, decisión propia de no irse de un país destartalado por el madurismo precedido por el chavismo.
Ahora vienen conque “Venezuela se está arreglando”, y ciertamente se aprecia una leve mejoría, mejoría que es como la nata de la leche, está allí, solo en la superficie, pero hacia abajo aún falta mucho, muchísimo; pero hay que reconocerlo que hasta hace poco ni siquiera esa “nata” existía.
Pero en el camino se ha quedado mucha gente, niños en hospitales esperando un trasplante y viejitos que dependen de la miseria que les autoriza el “gobierno socialista e incluyente” a conciencia que es insuficiente y criminal.
Por supuesto, los viejos de los poderosos rojos no tienen necesidad de pasar por estas infames penurias. No se sabe de ninguno de esos ancianos haya salido a protestar por una mejor pensión.
Alain Delon ha decidido su muerte y ahora solo falta cuando quiere morir.
Nuestros viejos no pueden decidir absolutamente nada y es así que son masacrados en un insensible crimen de tortura a través de la miseria.
Pero una cosa si está muy clara, la dignidad de nuestros viejos está muy por encima del tamaño de la miseria humana de quien hoy, maneja a Venezuela a lo juro.
¡Allí les dejo eso!
Gonzalo Martín
IG/TW: @gmartin1961
Deja una respuesta