Una coincidencia que la fecha fijada por el CNE para las elecciones presidenciales sea la que corresponde a la del nacimiento del fallecido Presidente Chávez, y por supuesto no faltó un “asomado” en las redes sociales que lo resaltara y en automático los reyes del teclado comenzaron a difundir que lo hicieron a propósito para manipular emociones. Debo decir que yo ni sabía ni me interesa saber cuándo nació ni cuando se murió el susodicho, pero a causa de estos “salidos” ahora el difunto anda nuevamente de boca en boca y por extensión los del gobierno felices. Tampoco faltaron los radicales del lado opositor, advirtiendo que el 28 de Julio también nació Juan Guaidó, líderes por cierto de ingrata recordación al haber frustrado las esperanzas e ilusiones de un pueblo que lamentablemente no busca soluciones racionales a la crisis nacional, sino mesiánicas o mágicas.
Tal vez, en este caso, las coincidencias se repitan como en aquel famoso, “el 28, el 28, el 28” y al final del cuento tampoco se realicen las elecciones ese día, en tanto para el gobierno y opositores no es el 28 de julio, sino del 21 al 25 de marzo la fecha resaltante por razones harto conocidas.
Sinceramente los venezolanos ya no estamos para estas ingratas coincidencias, lo que se impone es una gran unión nacional de cara a las venideras elecciones para impulsar un cambio de gobierno dentro de la ruta electoral, bien lejos de esta guerra civil entre los del gobierno y los de la oposición radical. Los venezolanos nos merecemos un cambio en paz y en union para poder lograr el progreso nacional tal como lo viene afirmando el Dr. Eduardo Fernández.
Saludos
Rafael Blanco
Abogado y Analista Político
@rafaelblancogalindez
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