Ante el reciente anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, se ha desatado una gran inquietud en amplios sectores de la población venezolana. Esta situación ha llevado a un llamado urgente para que se respete la voluntad popular expresada en las urnas, un principio que no solo es una exigencia legal, sino también ética. La verdad de los hechos debe prevalecer sobre cualquier posible manipulación, para que reine la paz y la confianza entre todos los venezolanos.
La inquietud y el malestar en la ciudadanía se han manifestado en diversas protestas a lo largo del país, donde miles de ciudadanos de diferentes condiciones sociales han ejercido su derecho a manifestarse, tal como lo establece la Constitución. Sin embargo, algunas de estas manifestaciones han sido empañadas por actos de violencia, resultando en la trágica pérdida de vidas, numerosos heridos y daños a la propiedad.
Es fundamental afirmar que la vida y la dignidad de cada persona deben ser respetadas y protegidas. Por ello, condenamos cualquier forma de violencia, sin importar su origen. Lamentamos profundamente las muertes y lesiones tanto de manifestantes como de miembros de los cuerpos de seguridad, y extendemos nuestra solidaridad a sus familias. Hacemos un llamado a las autoridades del Estado, especialmente a las fuerzas policiales y militares, para que garanticen el orden público de acuerdo con la ley, evitando cualquier abuso.
Además, instamos a todos los actores políticos a dejar de lado el lenguaje de confrontación y descalificación que ha causado tanto daño a nuestro país. Es momento de buscar caminos de diálogo y entendimiento, por el bien de todo el pueblo venezolano. La unidad y el respeto son esenciales para avanzar hacia un futuro mejor.
Finalmente, invitamos a todos a orar y a confiar en que, con la ayuda divina, se encontrarán soluciones pacíficas para los desafíos que enfrenta nuestra nación.
Información Presidencia de la CEV
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