Ante todo permítame felicitarlo por su triunfo en las pasadas elecciones que lo condujeron nuevamente al Poder, lo más sagrado en toda democracia son los procesos electorales libres y transparentes, que permiten al ciudadano elegir sin presión ni coacción alguna, eso nos hace grandes y nos diferencia de los regímenes autoritarios, dónde la alternabilidad de los poderes es nula
Como venezolano, profesional, luchador por las libertades de los pueblos y defensor de los derechos constitucionales, inalienables y adquiridos, a través de los acuerdos suscritos entre las naciones y de nuestra propia Carta Magna, fiel creyente de la democracia y de la alternabilidad que está conlleva en el ejercicio del poder, oriundo del estado Carabobo, dónde nació Venezuela, uno de los 24 estados de esta maravillosa tierra, le escribo a fin de mostrar una realidad que el señor de Miraflores le ha ocultado en su reciente visita.
Venezuela tiene años sumergida en la penumbra, en la oscuridad, gracias a quienes hoy ostentan el poder y una mal llamada oposición, que a cambio de dádivas, han alargado el sufrimiento de un noble pueblo, víctima de las pésimas políticas públicas emanadas por el Estado, quien no ha entendido la grandeza de la Política con P mayúscula, cuyo valor intrínseco es la Ética, que ha de ir de la mano con el ejercicio de la Política, a fin de suministrar el mayor bienestar posible al colectivo, el bien común.
Noto con preocupación, esas políticas de engaño que han traspasado nuestras fronteras, queriendo vender una “Venezuela se arregló” inexistente, en nuestro país, a usted, señor presidente, le han vendido una mentira, diciéndole que desde Venezuela, le podemos suministrar nuevamente energía eléctrica, como se hizo en el pasado.
Desde el año 2009 se aprobaron varios proyectos para el sector eléctrico, por un monto superior a 29 mil millones de dólares, debido al déficit de generación en energía eléctrica, que se tradujo en un profundo racionamiento inconsulto que afectó el sector empresarial, comercial y la calidad de vida de los venezolanos, violentando así los derechos sociales y fundamentales de cada uno de nosotros.
Tan solo en el estado Carabobo, existe una planta termoeléctrica conocida como Planta Centro, cuya capacidad de generación es de 2600Mw; sin embargo, desde hace más de una década 5 de las 6 turbinas se encuentran obsoletas fuera de servicio, la única que ha podido generar 130Mw de 400Mw que es su capacidad instalada, es la turbina número 5, que pasa más tiempo fuera de servicio que generando electricidad a los carabobeños.
La mayor fuente de suministro eléctrico del país, como lo es, la central hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como el Guri, ubicada en el estado Bolívar, tiene una capacidad instalada inferior a 14 mil megavatios, de los cuales tan solo puede producir 8 mil Mw, sin embargo, en Venezuela se requieren 12 mil megavatios para poder cubrir la demanda interna, otra razón más por la cual es imposible que Venezuela, logre suministrar electricidad a un tercero, cuando no tiene la capacidad de hacerlo a lo interno
La realidad de Venezuela, es muy distante de aquel país próspero, capaz de exportar electricidad, lamentablemente eso no es más que una utopía, es algo inviable, nuestro país Venezuela, aun cuando somos ricos en recursos minerales, atravesamos una grave y profunda crisis, que ha obligado a más de 7 millones de connacionales a emigrar, muchos de ellos llegando inclusive a perder su vida en el intento
Sistemáticamente, el Estado, vulnera cada uno de nuestros derechos humanos, constitucionales, inalienables y adquiridos, tenemos el peor salario del mundo, una población dónde más del 60% estamos en pobreza extrema, cuyo salario mínimo oscila en 130 bolívares, mensualmente 5 $, mientras la canasta alimentaria ronda alrededor de 580 $, a ese nivel está Venezuela, eso sin contar la falta de insumos y medicinas que vulnera el derecho social fundamental a la salud, a fin de preservar el derecho a la vida
A diario los venezolanos padecemos de largos cortes del servicio eléctrico, comunidades que permanecen 12 horas o más totalmente a oscuras, afectando el comercio, la actividad empresarial, el libre desenvolvimiento de los ciudadanos y el quehacer del día a día, tan solo el día de hoy mientras redacto está breve carta, hemos sido afectados por 6 interrupciones del servicio eléctrico y aun el día no termina
En Venezuela, el colapso del sistema eléctrico que hoy atraviesa el país, es producto de la profunda y sistemática corrupción, el desvío de los recursos, el desmantelamiento de la industria y por supuesto una pésima gestión, aunado a la falta de autonomía de los Poderes Públicos, subordinados al Ejecutivo, un país así señor presidente, es imposible que puede suministrarles energía eléctrica a ustedes
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