Entre las diversas patologías que pueden sufrir los recién nacidos de menos de 28 semanas de gestación destaca la más recurrente, el Síndrome de Dificultad Respiratoria del Prematuro, que se produce por la inmadurez del pulmón y la sepsis neonatal. La primera, por inmadurez pulmonar y la segunda, por todos factores de riesgo infecciosos maternos que pueden desencadenar un trabajo de parto prematuro, como lo son las infecciones urinarias maternas.
Así lo afirma el doctor Gerardo Pérez, neonatólogo y coordinador de la Unidad Neonatal del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), al tiempo que agrega las infecciones, como consecuencias de la inmadurez del sistema inmunológico; a lo cual se suma que, el 90% de las causas de parto prematuro, se debe a infecciones urinarias maternas. Le siguen otros trastornos como la hipoglucemia, hipocalcemia y también ictericia.
Hacer el trabajo del útero y la placenta
Explica el doctor Pérez que, habitualmente el recién nacido prematuro es un paciente complejo, “una de las cosas más difíciles que tenemos los neonatólogos es tratar de imitar a dos órganos perfectos; primero, a la mejor incubadora del ser humano que es el útero materno; y la segunda, un órgano tan perfecto como la placenta”.
Señala que, para realizar ambas tareas se necesita un personal altamente especializado en el manejo de recién nacido prematuro, entre ellos: neonatólogos, enfermeras, terapistas respiratorios, neuropediatras, cardiólogos infantiles, infectólogos, hematólogos, neurocirujanos, así como también un área especial para prestarle los primeros cuidados a ese bebé.
Se trata de un área compleja, por el tamaño, y el reto que presenta un recién nacido prematuro para todo el personal en general, teniendo en cuenta que, mientras más prematuro es el bebé, mayor riesgo de complicaciones pudiese tener.
“En el caso del GMSP, la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal cuenta con profesional de alto calibre, además del equipamiento idóneo, como incubadoras, monitores multiparametros, sistemas de ventilación, ventiladores mecánicos, con cánulas nasales y otros implementos, necesarios para aportar a ese recién nacido lo que necesite en ese momento.”
“El recién nacido prematuro puede hacer múltiples eventos producto de esa inmadurez, y sufrir también otras referidas a sus órganos y sistema. Afortunadamente, en el GMSP estamos equipados para atender estas situaciones, desde las 26 semanas en adelante. Tratamos de manejar al paciente desde todas las aristas, desde la visión del neuropediatra, del infectólogo, del cirujano, neonatólogos, pediatra y sobre todo, desde la visión de los padres, pues también son parte importante en el manejo y tratamiento de estos bebes, por ser ese apoyo psico-afectivo, que impulsa al recién nacido para que luche y salga adelante”.
Entrenamiento a los padres
En la actualidad, en el área de terapia del GMSP se trata de garantizar que los recién nacidos pasen el mayor tiempo posible con sus padres; por ello, el personal de enfermería los entrena en la manipulación del bebé, especialmente cuando ya son pacientes que tienen el alta próxima.
Una de las cualidades de la unidad de terapia neonatal es su amplio espacio, lo cual permite albergar una capacidad grande de pacientes, evitando riesgo de infecciones cruzadas, producto de la sobresaturación cuando no tienen las normas mínimas requeridas para la hospitalización de pacientes.
Al respecto, el especialista señala que son áreas en aislamiento, cerradas, especiales para aquellos pacientes que están infectados o que vienen de otras instituciones,“aquí se hospitalizan para evitar riesgo de infecciones con el resto de los recién nacidos que estén dentro de la unidad. Esto permite que tengamos un ambiente bastante cómodo y seguro, tanto para los papás como para poder trabajar.”
Los niños prematuros pueden sufrir parálisis cerebral
Por su parte, el doctor Óscar González, pediatra y neurólogo infantil del GMSP, explica que la definición de un recién nacido pre término no siempre es sinónimo de inmadurez. Según este tiempo, se establecen las posibles complicaciones y viene a jugar un rol importante el peso.
“El prematuro, normalmente está por debajo de los 2.500 gramos. En casos de menos de 1500 gramos, se procede a un protocolo de actuación, el cual establece que debe ser atendido por varias sub especialidades, entre ellas: oftalmología, por la retinopatía del prematuro; cardiología, por las afectaciones cardiovasculares; endocrinos por la tiroides; la parte neurológica, porque faltan estructuras que tienen que crecer y van a darse afectaciones vasculares. También se observará inmadurez en la parte renal y gastrointestinal; y lo inmunológico que también se ve afectado”.
El doctor González aborda las estadísticas referenciales de EE.UU., señalando que uno de cada 10 nacimientos vivos corresponde a un prematuro y, en el caso del pre términos, que son menos de 28 semanas, equivalen a 1 o 2% son los que tienen mayor morbimortalidad y las mayores afectaciones, estimándose que un 60% puede tener problemas de parálisis infantil.
Cuando hay lesiones a nivel del sistema nervioso central, específicamente el cerebro, por infarto o hemorragias cerebrales se produce la parálisis cerebral infantil, ello evidenciará un retardo en el desarrollo. “Serán niños que no lograrán ciertas habilidades como sentarse, gatear, hablar o se verá afectada la parte cognitiva que se percibe cuando se acerque a la escolaridad”, señala González.
El especialista destaca que, el compromiso como médico es mejorar la calidad de vida del paciente; de allí que, en el GMSP han logrado una gran compenetración entre las especialidades, medicina materno-fetal, neonatología y neurología fetal. “Hoy el GMSP se ha convertido en referencia a nivel nacional en la medicina materno fetal y es por el excelente equipo de neonatología que tiene la experiencia y pericia de atender a este grupo de pacientes con alto nivel de éxito. Contamos con especialidades y subespecialidades como retinólogo, cardiólogos, infectología, neurología fetal un equipo multidisciplinario que trabaja en lo que serán los primeros 1000 días del recién nacido”
Estudios importantes en el bebé prematuro
Para el neurólogo, el monitoreo del sistema nervioso central es muy importante y lo realizan con éxito en el GMSP donde cuenta con toda la tecnología. “El recién nacido entra un protocolo de imágenes que se inicia con un ecosonograma cerebral para determinar la anatomía cerebral y la presencia o no de hemorragias; luego un eco abdominal, para ver si hay alguna malformación. Se sigue con la evaluación auditiva-cerebral, para observar la fluidez la parte visual y auditiva, porque son sentidos que, si están afectados, pueden aislar al paciente, con consecuencias a futuro en la parte de comunicación y socialización. Tenemos también electroencefalografía, para evaluar el desarrollo del sueño con sus etapas, incluso buscar anomalías de alteraciones de circuitos neuronales. Es un protocolo que cada especialidad cumple, y donde también entra la terapia ocupacional, conductual, del lenguaje, de integración neurosensorial”.
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