Entre las tendencias de salud y ejercicio, el intermittent fasting o ayuno intermitente, es
una de las más destacadas y populares por su efectividad. Se trata de un ayuno parcial y
alternado, en el que se debe reducir el consumo de alimentos determinados días de la
semana.
Existen diferentes tipos de ayuno intermitente, entre los más conocidos está el ayuno
16/8, que consiste en realizar períodos de ayuno de 16 horas, seguido de periodos de
alimentación durante 8 horas. Las personas consideran que este es el método más
sostenible y fácil de cumplir, además de ser el más recomendado para comenzar con
esta práctica.
Por su parte, está el ayuno de 24 y 48 horas, en los que se establecen periodos de ayuno
de 24 horas y 48 horas respectivamente. También existen otros como el 12/12, que
consiste en dejar pasar 12 horas entre comidas. Este es considerado como el método
más complicado, ya que significaría no comer nada, por ejemplo, de ocho de la mañana
a ocho de la tarde.
Por lo general, estas técnicas son utilizadas para adelgazar rápidamente, un estudio
publicado por la página BMC ha mostrado que el ayuno en días alternos puede lograr
una importante pérdida de peso en un período de entre 8 y 12 semanas, y que estos
patrones son seguros y se pueden practicar sin temor. Facilitan la pérdida de peso sin
perjudicar la salud, el metabolismo, ni el rendimiento deportivo.
Ventajas del Fasting
Entre las ventajas que ofrece desarrollar este estilo de vida, se encuentra la salud
cardiovascular, ya que el ayuno reduce los marcadores inflamatorios, el azúcar en la
sangre y la resistencia a la insulina, todos ellos factores de riesgo de enfermedad
cardíaca. Además, limita el crecimiento de células cancerígenas y ayuda a reducir la
mortalidad y retrasar el envejecimiento a nivel interno y físico.
Por otro lado, el ayuno intermitente también es una buena estrategia para todos aquellos
que desean ganar masa muscular, debido a que el aumento o pérdida de peso corporal,
no viene determinado por el número de comidas realizadas, sino por la cantidad total de
calorías comidas y los porcentajes de macronutrientes que se ingieran.
Las personas que suelen comer un número elevado de veces al día (4 o 5) puede que
encuentren mayor complejidad al momento de realizar el ayuno intermitente por
primera vez. Por eso, primero deben reducir el número de comidas diarias y
posteriormente el número de calorías en esas comidas, hasta llegar al punto de no
necesitarlas.
Como es lógico, el hambre es el primer efecto secundario que produce el ayuno
intermitente, asimismo puede generar debilidad hasta que el organismo se adapte al
nuevo horario de comidas. Si la persona sufre de diabetes, tiene problemas con la
presión arterial, está en un peso bajo, tiene problemas con el azúcar en la sangre o es
una mujer embarazada, no es recomendable practicar este patrón alimenticio, ya que se
debe estar nutrido a nivel general.
La cantidad de calorías que se deben consumir durante los días de ayuno para las
mujeres son 500 y para los hombres 600, esto representa una reducción de 75% del
consumo calórico habitual, mientras que en los días libres se debe llevar una dieta de
2000 calorías.
Los días de ayuno se deben evitar los carbohidratos y consumir alimentos ricos en fibra
y proteínas, como carne, pollo, pescado y verduras. Además es de suma importancia
mantenerse hidratado para cuidar el organismo.
Por su parte, si no se da un verdadero cambio de hábitos en la persona, es muy probable
que llegue a existir un efecto rebote y recupere los kilos perdidos o más. Lo ideal es que
esta dieta siempre sea supervisada por un especialista en nutrición, para lograr los
resultados deseados sin perjudicar la salud.
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