Hay un error muy frecuentemente cometido en casa, y es reservar gasolina o kerosene en botellas de refresco, esto ocasiona, la posibilidad de que sea ingerido por error por parte de los niños al pensar que se trata de refresco. Las consecuencias pueden ser gravísimas para el sistema digestivo del niño que lo ingiera. Ocasionando daños severos también al aparato respiratorio.
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Daños que pueden ser irreparables en el tiempo, y que si la ingesta resulta copiosa puede incluso llevar a la muerte del infante. Por lo tanto, corregir esta práctica utilizando recipientes adecuados y bien sellados, manteniéndolos fuera del alcance de los niños, ayudaría a prevenir lesiones terribles. En un caso, que se presente esta emergencia, jamás se debe inducir al vómito de la sustancia, contrario a ayudar empeora el proceso. Se puede realizar una mezcla de leche líquida con galleta de soda, y comenzar a administrarla al niño via oral.
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Esta mezcla ayuda a barrer los componentes tóxicos de esta forma disminuir las concentraciones estomacales del hidrocarburo. Debe ser inmediatamente trasladado a un hospital para su pronta atención y resolución del caso.
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