Ya hemos visto ‘Superman v Batman’, pero lo que vamos a decirte ahora no cuenta como spoiler porque lo has visto en todos los tráilers y hasta lo apunta el propio título de la película: hay un momento de la peli en el que el tipo más poderoso del planeta y un kriptoniano se pegan durante un buen rato. Es algo que hemos visto varias veces en los cómics y en los videojuegos, dos medios a los que el director Zack Snyder no es nada ajeno, y que ya tiene ciertas tradiciones. ¿Las cumple todas Snyder? Eso no te lo vamos a contar, pero sí que algunos de los ingredientes de esta lista tienen cabida en la apuesta de Warner.
Sobre todo, hemos elegido revisar los del autor de tebeos más icónico en esto de que Batman y Superman se zurren: Frank Miller. Entre otras razones, porque Snyder le debe muchísimo: ‘300’, su primer éxito, también viene de un tebeo de Miller. Apuesta lo que quieras a que el director le ha releído a conciencia.
1. Un motivo (o muchos) para llevarse mal
El primer encuentro entre los dos héroes más allá de las portadas fue en el número 76 de Superman, a principios de los años 50. Los dos huérfanos tienen una pequeña contienda intelectual: ambos se dedican a conocer sus identidades secretas sin usar sus músculos. Es algo que las películas tienden a olvidar fácilmente: Clark Kent es un laureado periodista de investigación y Batman, simplemente, es el mejor detective del mundo. Como el Sherlock de Cucumber, pero vestido de murciélago.
Desde entonces, aparte de protagonizar un cómic conjunto durante décadas (antes Los Mejores del Mundo, después el prosaico Superman/Batman), los dos héroes tienen una amistad construida a lo largo de las décadas. Una de esas amistades que resiste que, cada cierto tiempo, tengan que curtirse el lomo. Control mental, chantajes, villanos manipuladores y Ronald Reagan han sido algunos de los motivos que han llevado a los héroes a un ring llamado la Tierra. Snyder tiene dos horas para tratar de decidirse por varios de ellos. El mayor mcguffin de la peli es que sabes que se van a pegar, pero no por qué.
2 “La victoria reside en la preparación”
El lema de Batman es lo que hace que las pelis de Nolan dejen mal cuerpo a muchos fans del personaje. Batman es un tío que hace planes. Muchos. Mientras está pegando a enfermos mentales en la noche gothamita, en su cabeza se dedica a imaginar cosas como “qué pasaría si ahora mismo ocurriese algo completamente inesperado”. Es un Houdini de partirte el alma, un Kasparov de los puños, un tipo que lleva 30 años aprendiendo de todo por si le hace falta para impartir justicia: La cabeza de Batman es como la Wikipedia, pero todos los artículos llevan un apartado extra: “Arreglos florales: 1. Tradición 2. Historia 3. Las mejores flores para que un criminal tenga que comer con pajita durante ocho meses”.
“Vaya, estoy encerrado en esta fábrica sin oxígeno en llamas que va a estallar y tengo 200 kilos de cadenas encima. Menos mal que practiqué ese escenario en mi cabeza el martes”. Si tiene que pegarse con Superman, ten por seguro que lleva al menos 19 pasos preparados para fastidiarle la vida antes de soltar el primer puñetazo. Batman es la encarnación de uno de los memes de Sun Tzu: “el buen general primero obtiene la victoria, y luego pelea para conseguirla”.
3. Kriptonita: infancia tóxica
La forma trapera de ganarle una pelea a Superman es atizarle con un pedazo de su lugar de nacimiento. Como metáfora tiene su aquel. Y en los cómics, la confianza que tiene Superman en Batman es tan grande que no le importa que Bruce Wayne lleve PERMANENTEMENTE un trocito de batkriptonita en el cinturón. Si el hombre más fuerte del planeta pierde el control, quiere que alguien pueda detenerle. Sobre todo alguien cuyo concepto de amistad es “tengo 83 planes distintos para acabar contigo, aunque seas mi Muy Más Mejor Amigo”. Batman es tan paranoico que, si le pides amistad en Facebook, mañana va a estar en tu colegio para ver si has mentido en tu perfil.
Pero, kriptonita. Luthor tradicionalmente ha tenido poca imaginación para ser un Steve Jobs malo: cachos de kriptonita, kriptonita artificial, gente con marcapasos de kriptonita (Metallo, un tipo con cuerpo de Terminator y veneno para Superman en la caja torácica). Batman es más imaginativo y más borrico. En ‘Dark Knight 2’, un tebeo futurista en el que los dos héroes son prácticamente prejubilados, decide construirse unos guantes con pinchos verdes y radioactivos con los que convertir la cara de Clark en potaje gallego rojo. ¡Es la mejor viñeta del mundo!
4. Bat-armadura: todo lo que haga Tony Stark, Bruce Wayne lo hace más a lo bestia
Lo de los guanteletes es porque Superman no había pillado la indirecta en el primer Dark Knight. El presidente vitalicio Reagan decide que Superman tiene que hacer dos cosas en los 80: encargarse de los soviéticos y acabar con ese cincuentón randiano que ha convertido Gotham en su fantasía de poder. Por supuesto, lo primero no le causa muchos problemas a Batman. Lo segundo… Es más fácil enfrentarse a la URSS que a Batman. El Caballero Oscuro se monta una armadura que le causaría convulsiones al diseñador de Apple Jony Ive y carcajadas a Iron Man, la enchufa a UNA FAROLA (para absorber toda la energía de Gotham) y le enseña a Superman el verdadero sentido de la justicia en Gotham: nudillos como tanques.
Es la segunda parte de la metáfora anterior: casi todo el mundo vence a Superman pegándole con su tierra natal. Batman no necesita eso: le basta con pegarle más fuerte con la suya.
5. Bombas atómicas: un puñetazo del dios del átomo
Uno de los problemas de las escalas de poder es que nos flipamos mucho cuando Señor Fuerte con Capa destruye un edificio de una colleja en Man of Steel. Porque nos hace obviar que gente con gafas y muchas ecuaciones en la cabeza inventó algo más poderoso: misiles capaces de convertir Metrópolis en Soria de una sola explosión. En nuestro momento más animalito, hacia 1980, acumulamos más de 50.000 misiles nucleares, más potentes que los prototipos de Hiroshima. ¿Qué pasa si le das en la cara al mesías inmigrante con uno de ellos?
¿Que por qué no tirarle una bomba atómica a Batman? Créeme, lo hanintentado. Y tiene un plan para eso.
6. Wonder Woman: vamo a calmarno
Gal Gadot en acción es lo mejor de ‘Batman v Superman’. Toma la delantera, sacude como nadie y, a diferencia de los dos machoalfas, disfruta de una buena pelea. Wonder Woman no es sólo la que pone cordura cuando los buenos se pelean en pleno subidón destroy de testosterona disfrazada. También es la única que se lo pasa bien cada vez que Batman y Superman se atizan. ¿Os acordáis de lo de los guanteletes de kriptonita de más arriba? La historia es más o menos así: Superman se planta en plan Testigo de Jehová en la bat-puerta de la bat-cueva de bat-Batman, a soltarle un sermón. Porque es lo que hace Superman: salva gente y te habla como si fuese tu madre. Batman, que nunca superó el “nadie me manda” quinceañero, le pega con gente (Flash, Atom y Green Arrow), con explosivos, con kriptonita, con sus puños envueltos en kriptonita y le suelta la frase definitiva: “He terminado de hablar. Vete de mi cueva”.
Wonder Woman se encuentra a Clark desarrollando dos nuevos superpoderes tras la paliza: la cara convertida en pizza y la superbajona. Diana trata de animar a Clark y terminan echando un polvo en vuelo supersónico que no es que tiemble el misterio, es que tiembla un atolón del Pacífico cuando terminan el asunto. Gente tan poderosa que cuando fornica es como una prueba atómica, así se las gasta Frank Miller. ¿Podría Snyder hacer algo así en cine? Seguro. ¿Le dejaría Warner? Hmmmm. No.
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