La Vicepresidencia es, por ahora, el objeto del deseo en el oficialismo. Es el segundo cargo de gobierno más importante del país.
Aunque en Miraflores maniobran para evitar el referéndum revocatorio y llegar a 2018, hay señales de cómo se preparan para un desenlace y un debate sobre la sucesión de Nicolás Maduro. Las pistas: la idea asomada por el gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, de que Diosdado Cabello sería el sustituto del presidente y los contactos entre fracciones del PSUV con el ex ministro Miguel Rodríguez Torres y opositores para allanar el camino a una eventual transición si la consulta se hace en 2017 y queda en el cargo quien se desempeñe como titular de Carmelitas para ese entonces.
Cuatro grupos entran en la carrera por la silla de Miraflores, aseguraron fuentes del Polo Patriótico: Cabello, que en reuniones con la cúpula alega contar con 27 generales; el gobernador de Aragua, Tareck el Aissami, que controla el Ministerio de Relaciones Interiores y es “el favorito de Maduro”; el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, y el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino.
En un sondeo en septiembre, Venebarómetro identificó como líderes en el oficialismo a Aristóbulo Istúriz, con 27,6%; Maduro, con 24,3%, y Rodríguez, con 22%. En caso de que haya revocatorio, el vicepresidente obtendría 9,8 % y Cabello, 6%.
¿Pacto con Estados Unidos?
¿Qué podría dar pie a una salida de Maduro? En Marea Socialista y partidos disidentes del Polo Patriótico consideran que no son casuales los encuentros, primero de Diosdado Cabello, y recientemente de Maduro, con Thomas Shannon, consejero del Departamento de Estado, y John Kerry, secretario de Estado. Piensan que pudieran terminar en un acuerdo para la transición.
“La pareja presidencial está bajo una fuerte presión por el caso de los sobrinos en Estados Unidos y el país padece una crisis económica. Así que no es descartable un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, cuyo punto de partida han sido esos encuentros con Shannon y Kerry, y que conlleven una renuncia o la aceptación del revocatorio”, afirmó el director de Visor 360 Consultores, Nicmer Evans, quien rechazó que la salida sea impuesta desde afuera o internamente y que se ignore la voluntad popular, como un referéndum.
Alertó que las fuerzas del madurismo –o “sector oscuro dentro del chavismo”, como prefiere llamarlo– pelean para quedarse en el estratégico cargo de la Vicepresidencia. “Están en un pugilato por ese cargo. A eso obedecen los encuentros del PSUV con Rodríguez Torres y Henri Falcón para que dirijan esa transición.
Cabello busca una negociación a través de terceros, pero su juego fue develado por Ameliach, lo que obligó a Maduro a asegurar que iría a la reelección. En el PSUV pretenden una ‘lealtad sumisa’ de la militancia mientras la cúpula está dividida, es desleal entre sí”, aseguró Evans. Afirmó que, a título personal, sin involucrar a Marea Socialista, firmará en la recolección del 20%, pautada para finales de octubre, como un gesto en defensa del derecho constitucional a revocar mandatos.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, describió la jugada así: “Al bautizar a Aristóbulo como heredero, Maduro no anuncia su retiro, sino que repite lo mismo que hizo Chávez: sacar del juego a Diosdado”. Aseguró que tiene información de que “altos jerarcas” estarían efectuando “trámites diplomáticos” para salir del país.
¿Quiénes se quedarían con el poder? En el Polo Patriótico afirman que la estrategia es que el nuevo vicepresidente sea anunciado en diciembre. “Padrino López podría tener la primera opción, porque lo de Istúriz es puro teatro. La fuerza militar impondría que la transición sea en paz”, indicaron fuentes, que negaron que Maduro acepte unas elecciones y consideran que optará por su retiro. “Si se cuenta, mata al chavismo”, expresaron.
La popularidad del presidente cayó, según Venebarómetro, de 54,4% en 2013 a 22,10% en septiembre de 2016. Los sondeos de Keller y Seijas lo ubican en 11% e Hinterlaces en 18%.
Evans recuerda que planteó “una renuncia ética” a principios de 2016 como una forma de salir del poder y que el chavismo se oxigenara y retornara.
En el movimiento social Redes agregan un elemento que terminará por definir el cuadro político: “Si el Vaticano se incorpora a una negociación es porque le dará la extremaunción al proceso, así pasó en otros países”.
Aunque el PCV guardó silencio sobre la mención de Istúriz, el secretario político de PPT, Vladimir Miró, reveló que el lunes 3 de octubre analizaron el asunto: “Apoyamos el mandato constitucional hasta 2019, respaldamos a Maduro. Cabello representa al PSUV y su posible designación como vicepresidente no ha sido consultada al partido. Por ahora no vemos ninguna candidatura presidencial, sino trabajar para que el gobierno sea eficiente, ético y productivo. Eso tiene su momento”.
“No le teme a elecciones”
“Victoria extraordinaria” y “relevo extraordinario”. En el PSUV se oyen esas expresiones, a pesar de que trabajan contra el revocatorio y las elecciones regionales. Néstor León Heredia negó que Maduro deje el poder. “En ningún momento cedió funciones como jefe de Estado a Istúriz; como buen gerente delegó responsabilidades”, adujo el ex diputado peseuvista, que descartó el referéndum pero propuso un plebiscito contra el Parlamento.
“El PSUV no le teme a elecciones”, agregó. “Estamos preparados, como revolucionarios, en caso de que se presente cualquier escenario. No buscamos candidatos. Maduro es el líder. No hay otro, llegará a 2020. En su momento tendremos un relevo extraordinario”.
¿Padrino López?: “Es tremendo militar, tremendo ciudadano y chavista. Viene del 4-F, pero no nos trasnochemos con candidatos a la Presidencia”.
El Dato
El secretario general de Primero Justicia, Tomás Guanipa, afirmó que en el PSUV hay una lucha fratricida “cuando es evidente que Maduro dejará de ser presidente”. “Que Ameliach anuncie como sucesor a Cabello no es para amedrentarnos. Si va a la Vicepresidencia, con más ganas vamos al revocatorio para derrotarlos de una sola vez”.
Fuente: EP MUNDO
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