La reconstrucción del elevado El Viñedo no se detiene y precisamente este domingo el alcalde del municipio Valencia, Miguel Cocchiola, ordenó que las cuadrillas trabajen de manera ininterrumpida, es decir, las 24 horas del día.
La finalidad no es otra que terminar antes del 20 de mayo, la rehabilitación que por más de veinte años han esperado los valencianos y que, como bien se ha reflejado en esta editorial, involucra la remoción de la capa de rodamiento epóxica que estaba degenerada en algunos puntos; así como labores de estructura, pavimentación, iluminación, pintura, señalética y demarcación.
Ayer aproximadamente a las 7:00 p.m., el equipo de Notitarde se trasladó a las inmediaciones para constatar los avances de la obra y conversar con el burgomaestre sobre ella. En ese recorrido estuvieron presentes la presidenta del Instituto Autónomo Municipal de Vialidad (Iamvial) ingeniero Isandra Villegas, el director del departamento de Comunicación e Información, Domingo Bacalao y algunos contratistas.
En el proceso, Cocchiola explicó que unas 100 personas intervienen; de hecho se pudo evidenciar como una parte del personal obrero aplicaba la arena que remueve el óxido, otros colocaban la capa de poliuretano vencida que evita que se oxide el acero vivo, mientras el resto soldaba algunas áreas del elevado.
“Se trata de un trabajo delicado y de gran precisión, hasta se podría decir que industrial, que requiere de experiencia y rapidez”, expresó la autoridad municipal y fue por ello que precisamente tomó la decisión de incorporar a 40 trabajadores más para agilizar la obra en el menor tiempo posible; en total son 10 cuadrillas.
Cocchiola anunció que a partir de este miércoles 20 la población puede contar 30 días para ver la obra culminada, aunque estimó que será antes, en “tiempo récord”.
Además para completar los trabajos Cocchiola informó que la Alcaldía asfaltará parte de sus dos puntos de acceso: La avenida Bolívar y la avenida que está al frente de la Torre H.
Sobre la labor que se realiza, la presidenta de Iamvial recordó que este elevado fue instalado hace 40 años y que por esa razón el pasado mes de octubre el ayuntamiento reforzó las columnas con acero.
“No pudimos trancar en diciembre porque la rehabilitación no estaba en el presupuesto y ahora aprovechamos que no han comenzado las lluvias porque si llueve no podemos trabajar”, detalló.
En el elevado ocurrían 24 accidentes al año
Con el simple hecho de rozar con los zapatos el piso del elevado (que aún no ha sido reparado) se pudo notar lo altamente peligroso que era transitar por esta vía, eso sin tomar en cuenta los daños que causa la lluvia. “Aquí habían dos accidentes mensuales; es decir, 24 al año y en algunos casos hasta de gravedad, cuando la pared superficial del gavimento tiene que garantizar fricción entre el neumático y el pavimento. Esto no sucederá más”.
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