Dirigentes sindicales de SIPRECEC y UNETE denuncian que desde hace 17 meses lleva en discusión el contrato colectivo de la Corporación Eléctrica Nacional, Corpoelec. Consideran que esta demora no es más que una manera de generar renuncias masivas con la intención de reducir la nómina a su mínima expresión y condenar a los que se queden con sueldos de hambre.
“Sabemos que este retraso es la excusa perfecta para deshacerse de toda la clase trabajadora. En 17 meses han pasado dos ministros de Trabajo y otros dos de Energía Eléctrica. Eso que parecía un circo-comedia de discusión de contrato, derivó en una tortura no sólo para nosotros, sino para nuestras familias porque aquí hay hombres y mujeres que son sostenes de hogar”, señalaron Norma Torres y Luis Canelones, portavoces de SIPRECEC y la UNETE.
Agregan que han elevado este caso ante distintas instancias, nacionales e internacionales. “Hemos formulado la denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Por parte de la Asamblea Nacional se conformó una comisión mixta para atender nuestra situación y también obtuvimos un derecho de palabra en el Parlatino, donde estuvieron presentes representantes de Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, en un evento donde se dejó en evidencia la indolencia del Estado ante la situación de la clase obrera”.
Algo que también califican como “terrorismo patronal” por el hostigamiento, las amenazas y medidas privativas de libertad contra dirigentes sindicales que exigen mejoras en sus condiciones de seguridad y salud laboral. “Tenemos compañeros que han muerto trágicamente en su lugar de trabajo, porque el incumplimiento de protocolos de seguridad industriales y medidas básicas de protección. A esto se le suma la un HCM de 150.000 bolívares que no alcanza para nada. Además de un sueldo de hambre de 3.000 bolívares semanales”.
Por eso los Norma Torres y Luis Canelones, voceros de las organizaciones sindicales, hacen un llamado al “presidente Nicolás Maduro Moros para que firme nuestro contrato colectivo, quienes estamos dispuestos a acudir a Miraflores con nuestros hijos, los jubilados y nuestras familias para exigir esa firma; sin que esto sea motivo de que nos vuelvan arrojar perdigones, gas pimienta o gas lacrimógeno como antes a lo han hecho. ¡Nosotros también somos pueblo!”.
Fuente: NDP
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