El encuentro de vuelta entre Independiente y Universidad de Chile correspondiente a los octavos de final de la Copa Sudamericana fue suspendido este miércoles debido a episodios de violencia entre los seguidores de ambos equipos en el Estadio Libertadores de América, ubicado en Avellaneda, Argentina.
La agresión comenzó durante el segundo tiempo, cuando el marcador estaba empatado 1-1. Los hinchas chilenos, ubicados en la grada superior, empezaron a arrojar objetos hacia los simpatizantes del Independiente, incluyendo fragmentos de mampostería y botellas, causando heridas en varias personas.
El conflicto escaló rápidamente y los árbitros optaron por suspender el partido. Posteriormente, la Policía inició la expulsión de los seguidores de la Universidad de Chile. En medio de esta situación, se registraron peleas en los pasillos del estadio. Mientras los chilenos abandonaban las gradas, seguidores argentinos furiosos ingresaron a esas áreas y comenzaron a agredirlos.
Algunos resultaron heridos con armas blancas, otros sufrieron daños graves, y uno de los atacados, acorralado en una esquina, se lanzó al vacío desde la segunda grada.
En redes sociales circularon múltiples videos que muestran a los hinchas del Independiente agrediendo a los chilenos con palos, golpes y obligándolos a desnudarse. Hasta el momento se reportan al menos 10 heridos y 90 personas detenidas.
Ante estos hechos, la Dirección de Competiciones y Operaciones de Conmebol emitió un comunicado confirmando la suspensión del partido debido a “la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades responsables”. El mensaje añade que, habiendo cumplido con el protocolo del Manual de Clubes y sin solución a la situación, “se cancela el partido y el caso será remitido a los Órganos Judiciales de Conmebol para las decisiones correspondientes”.
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