Estados Unidos deportó a El Salvador a diez migrantes acusados de pertenecer a las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Tren de Aragua (TdA), según anunció el secretario de Estado, Marco Rubio, este domingo. Este anuncio se produjo horas antes de la reunión programada en Washington entre los presidentes Donald Trump de Estados Unidos y Nayib Bukele de El Salvador, con el objetivo de discutir temas de seguridad y migración.
En su cuenta de X, Rubio informó: «La pasada noche, otros 10 criminales de las organizaciones terroristas internacionales MS-13 y el Tren de Aragua llegaron a El Salvador». Además, Rubio destacó que la alianza entre Trump y Bukele se había convertido en «un ejemplo para la seguridad y la prosperidad en nuestro hemisferio».
En marzo, más de 250 migrantes fueron expulsados de Estados Unidos y enviados a El Salvador, la mayoría bajo acusaciones no comprobadas de pertenecer a las pandillas MS-13 y el Tren de Aragua, organizaciones consideradas terroristas por Washington. Entre los deportados en esa ocasión se encontró Kilmar Ábrego García, quien fue deportado erróneamente a una prisión de su país.
El presidente Bukele aceptó encarcelar en la megaprisión Cecot a los migrantes deportados por Estados Unidos. Sin embargo, grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por las condiciones de los detenidos en dicha cárcel, la cual se ha convertido en un símbolo de la controvertida lucha de Bukele contra las pandillas en El Salvador. La Casa Blanca realizó esta primera deportación bajo una ley de enemigos extranjeros que data de 1798, y el presidente Trump elogió públicamente a su homólogo salvadoreño por recibirlos. A finales de marzo, la secretaria estadounidense de Seguridad Interior, Kristi Noem, visitó el Cecot, una prisión con capacidad para 40.000 reclusos.
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