Los ojos, uno de los órganos más afectados por el envejecimiento, muestran síntomas tempranos debido al deterioro del cristalino, que se produce de forma rápida y no se regenera como la piel. A partir de los 40 años, se observa una disminución en la agudeza visual y una pérdida de elasticidad que afecta la capacidad de enfocar a diferentes distancias. Con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebrará el próximo 12 de octubre, los oftalmólogos de Clínica Baviera enfatizan la importancia de cuidar la salud visual para minimizar los efectos del envejecimiento en la agudeza y la visión cercana o lejana.
Según la Academia Americana de Oftalmología, existen hasta 21 cambios en la visión a medida que las personas envejecen, siendo algunos de los primeros síntomas la dificultad para ver de cerca, el ojo seco, los problemas de visión nocturna y la sensibilidad a la luz. El doctor Javier Sanz, oftalmólogo de Clínica Baviera Madrid, explica que a partir de los 40 años comienza a disminuir la agudeza visual, que es la capacidad de percibir y diferenciar objetos separados por un ángulo determinado.
Una buena agudeza visual está relacionada con una mejor calidad de visión y una mejor salud ocular en general. Según el doctor Sanz, está asociada no solo con los ojos, sino también con el nervio óptico, responsable de transmitir la información visual al cerebro para su reconocimiento e interpretación. Por lo tanto, una buena agudeza visual también beneficia la salud cerebral y viceversa. Sin embargo, enfermedades oculares como las cataratas, la degeneración macular asociada a la edad, la retinopatía diabética, el ojo vago y el glaucoma pueden afectar considerablemente la agudeza visual. Además, factores como la fatiga visual, la fatiga mental, la motivación y el aburrimiento también pueden influir en la agudeza visual.
La agudeza visual se puede medir y expresar numéricamente, siendo mayor cuanto mejor es la capacidad de ver y percibir objetos y formas. Es considerada normal cuando es igual a uno. El doctor Sanz aclara que no debe confundirse con las dioptrías, aunque los problemas refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo pueden afectar la agudeza visual. Para medir la agudeza visual, la persona debe situarse a una distancia de 3 a 3,5 metros de la pantalla y responder preguntas sobre una imagen. La visión de lejos se evalúa considerando el tamaño de los objetos que se están viendo, utilizando letras de diferentes tamaños. Para la visión de cerca, se toma en cuenta una distancia de 30 centímetros para determinar si se ve borroso, ya que normalmente no se suele tener objetos a una distancia menor de los ojos. Si no se ve bien a esa distancia, se tiene un defecto visual en la visión cercana. La agudeza visual de lejos o de cerca determina la visión de una persona en función de la distancia.
Problemas refractivos según la distancia
El último “Estudio de la Visión en España” realizado por Clínica Baviera revela que el 80% de los españoles presenta algún defecto visual. Entre los más comunes se encuentran los problemas refractivos como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia, que también pueden causar una disminución en la agudeza visual. La miopía es común en personas más jóvenes, mientras que la presbicia comienza a manifestarse alrededor de los 45 años. Según el doctor Sanz, cada uno de estos problemas está determinado por la distancia a la que se ve borroso. La miopía causa visión borrosa de objetos lejanos, la hipermetropía dificulta la visión de cerca, el astigmatismo genera visión borrosa a cualquier distancia y la presbicia dificulta la visión de cerca debido al envejecimiento natural del cristalino. Todos estos problemas refractivos pueden corregirse con gafas, lentes de contacto o cirugía, lo que permite recuperar la agudeza visual y mejorar la capacidad de distinguir objetos y formas.
Según el mismo estudio, el 13% de los españoles afirma haberse sometido a una cirugía visual, principalmente por miopía, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y por razones de salud.
Cómo mejorar nuestra vista
Existen una serie de ejercicios de enfoque, adaptación de distancias y parpadeo que pueden ayudar a mejorar la agudeza visual y ejercitar los ojos a diferentes distancias. Estos ejercicios también ayudan a relajar los ojos y reducir la fatiga visual, evitando que la agudeza visual se vea afectada y cause problemas en actividades diarias como conducir, leer o trabajar, según comenta el doctor Sanz. Además, otros factores como una alimentación equilibrada rica en antioxidantes y vitaminas A, C y E, la práctica de ejercicio físico, evitar hábitos tóxicos, protegerse del sol, descansar adecuadamente y moderar la exposición al aire acondicionado y la calefacción también pueden favorecer la salud visual. Asimismo, es importante someterse a revisiones oftalmológicas regulares para evaluar el estado de la salud visual y detectar posibles problemas.
Informacion Diario Marca
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