Las operaciones de caderas son bastante habituales, aproximadamente se llegan a realizar 35.000 intervenciones con prótesis cada año, solo en España. Se trata de un efecto colateral al progresivo envejecimiento de la población y a que los tratamientos actualmente disponibles no siempre llegan a eliminar el dolor cuando este aparece. Es, por lo tanto, un mal que limita notablemente la realización de las actividades diarias, llegando a mermar la calidad de vida si no se ejecuta la cirugía correspondiente.
La cirugía de cadera se lleva a cabo sin demasiadas complicaciones, de hecho, en España es una de las que da mejores resultados. Los avances tecnológicos han logrado que se desarrollen numerosas técnicas al tiempo que han mejorado los materiales utilizados para las osteosíntesis y avanzado en el diseño de las prótesis.
En la actualidad, la clínica de traumatología Albareda, considerada puntera en el sector, es el mejor ejemplo de espacio profesional capacitado y preparado a nivel técnico y formativo para llevar a cabo este tipo de operaciones. Gracias al asesoramiento del equipo que la forma, hemos podido escribir este artículo con información precisa y avalada por un médico experto en este tipo de intervenciones, el Doctor Daniel Albareda.
¿QUÉ CAUSAS INDICAN QUE ES NECESARIA UNA PRÓTESIS DE CADERA?
Estas cirugías se vuelven inevitables cuando se produce un avance excesivo en el deterioro o aumenta la afección articular, limitando el movimiento y, por tanto, la realización de las acciones cotidianas. Como norma general, la intervención se realiza cuando se da un aumento de los dolores en la zona de la cadera, ya sea por alguna enfermedad artrítica o por algún tipo de fractura o lesión. Aunque, en algunos casos, también puede ser por afecciones de enfermedades, como la gota, la displasia ósea, la hemofilia, la necrosis avascular o bien, algún desgarro muscular.
En cualquier caso, la artrosis (la degeneración de la articulación) es la principal causante de este dolor, que puede llegar a ser bastante elevado; al tiempo que reduce la movilidad de la persona que la sufre. Otras enfermedades relacionadas, es decir, de tipo artrítico que también pueden determinar una cirugía de cadera son la Osteoartritis, la Artritis reumatoide y la Artritis Reumática.
¿CÓMO SE HACE UNA CIRUGÍA DE CADERA?
Una intervención quirúrgica para llevar a cabo una artroplastia total de cadera puede durar entre 1 y 2 horas (según el tipo de la prótesis y las características del paciente) y significa que se va a reemplazar, total o parcialmente, la articulación por un implante artificial. Se van a remover inevitablemente los cartílagos dañados, así como el hueso, y se van a sustituir por otros elementos.
El primer paso será el de remover la cabeza del fémur dañado, colocando un perno de metal justo en el centro del fémur ya ahuecado. En este vástago se llevará a cabo el proceso de fijación, ya sea calzándolo a presión o bien con cemento óseo, según las circunstancias. Posteriormente, se deberá colocar la cabeza en la parte superior de la pieza metálica ya pegada, sustituyendo de este modo la cabeza dañada del hueso.
El siguiente paso será remover la superficie (acetábulo) del cartílago que esté dañada para que sea reemplazada por una pieza de idénticas características, pero de metal. Para terminar, se deberá insertar un espaciador entre el acetábulo nuevo de metal y la cabeza para que se facilite el suave deslizamiento de la prótesis.
¿CÓMO ES EL POSTOPERATORIO?
Al salir de la cirugía, habrá que quedarse en observación, ingresado en las instalaciones de la clínica, al menos 4 o 5 días. Durante este periodo es habitual notar algún dolor, por lo que la asistencia médica y el suministro de fármacos deberá ser constante.
Después de este tiempo, la recuperación no suele ser muy lenta, aunque todo va a depender de las características personales del paciente; de su calidad ósea, las patologías asociadas, la edad, el tipo de prótesis que se ha utilizado…
VENTAJAS DE UNA OPERACIÓN DE CADERA
No son pocos los beneficios que recibirá el paciente después de rehabilitarse tras la intervención y la colocación del implante. El más importante de todos es que el dolor terminará por desaparecer, aunque existan posibles riesgos y/o complicaciones que puedan ser tratados en tiempo y forma.
También se logrará corregir la deformidad de la articulación que podía afectar a la rodilla por descompensación en el arco articular de la pierna. Así mismo, se dará una recuperación de la movilidad, permitiendo que el paciente pueda llevar una vida normal gracias a una marcha estable. Por supuesto, como resultado de esta mejoría, se recuperará la independencia perdida, mejorando notablemente la calidad de vida del paciente.
Como puedes ver, el procedimiento no es muy complicado y este tipo de operaciones son bastante habituales en España. Sin embargo, la información expuesta aquí podría no ser tu condición. Si tienes algún problema siempre te recomendamos acudir a una Clínica de Traumatología Avanzada para que puedan evaluar tu caso y decidir si necesitas este tipo de operación u optarán por un tratamiento más conservador.
Información de www.noticiasensalud.com
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