Al bandidaje gobernante han comenzado a enseñarle que todo lo birlado en 22 años, en algún momento tendrá que ser devuelto a sus legítimos dueños, y responder por destrozar patrimonios familiares, construidos con grandes esfuerzos y bases legitimas, mediante un sistema constitucional y legal, que protegía la propiedad privada y constituyó fuertes incentivos para la inversión tanto nacional como extranjera.
Los venezolanos, tenemos brillantes profesionales, que la democracia se dedicó a formar, y se han organizado en grupos de trabajo, en las distintas áreas sociales, presentando al mundo, el atropello que sufre la población, en este caso los forjadores del antiguo sistema productivo.
Los organismos arbitrales, ante la ausencia de un sistema de justicia, tomaron decisiones reclamadas por numerosas empresas, que estos maleantes las arrebataron, asociados con la delincuencia internacional, y que es el fruto del trabajo de años y hasta de siglos, en una rebatiña que comenzó Hugo Chávez y el grupo de asaltantes, hoy dueños del país.
El observatorio gasto público Cedice, acaba de publicar la investigación: “deuda externa Venezolana por demandas arbitrales”, bajo la autoría de los expertos Ramon Escobar, Andrés Carrasquero y Mariana Campos. Estos profesores de la UCV y la UCAB, han presentado un riguroso análisis, que insiste en la necesidad de promover el respeto a la propiedad privada. Agregaríamos, que esto solo será posible mediante un cambio radical de régimen y regresar al imperio de la Constitución y la ley. Se requiere un gobierno que respete y aplique los preceptos establecidos al respecto.
En realidad, la deuda externa de Venezuela no se sabe exactamente a cuanto alcanza. Se calcula que pueda sobrepasar los 162 millardos de dólares. Seguramente, bajo una revisión independiente y basada en parámetros legales, esa cifra puede ser fácilmente duplicada.
El problema de esta situación son los numerosos daños causados al sistema productivo, a la sociedad y a las familias, tanto de propietarios, como de los trabajadores. Ha originado muertes, exilios, destrucción institucional, que de alguna manera tendrá que resarcirse y los responsables presentados ante la justicia internacional y un nuevo poder judicial, avocado, junto a todos estos especialistas, a reabrir el camino de la justicia.
Se estima que alrededor de 30 millardos de dólares han sido considerados ante los centros de arbitraje. Este es un primer paso. Se está investigando la gigantesca deuda externa venezolana, que será otra de las pruebas, junto al resto de violaciones, sustentadas por valiosos trabajos especializados.
Estas arbitrariedades perjudican la población entera, empobreciéndola radicalmente, después de ser floreciente, desencadenando una crisis humanitaria, cuyas repercusiones sufriremos durante largo tiempo.
Estos bribones son autores de 5500 expropiaciones directas y confiscaciones.
Los acreedores arbitrales tienen posición privilegiada de cobro y para su cumplimiento, existen instrumentos como la convención de Washington y la de las Naciones Unidas, que hace expeditos la ejecución de los laudos.
El frangollo del Sambil de la candelaria, es un sarcasmo y no frenará las decisiones señaladas. Seguramente, los dueños de este establecimiento han creído en la supuesta bondad del régimen. Después de cobrarles por devolverles lo que es suyo, los invadirán nuevamente, continuarán extorsionándolos, y ya están preparados los colectivos, para ir a por el botín reconvertido. “La vacuna” al Sambil será permanente, porque esa es la naturaleza de estos organizados desvalijadores.
La investigación explica cada uno de los arbitrajes terminados en condena. Entre las empresas que lo lograron está la owen Illinois, que ha tenido muy mala suerte en el país, al ser víctima de dos generaciones de secuestradores: Los Rodríguez, cuyo padre del mismo nombre que el actual falsario, secuestró a su presidente, cobrando un rescate que disfrutaron estos asaltantes, por los cuales el país tendrá que cancelar la cantidad de dólares 9. 614.811,15. El daño de esta familia es antiguo y de infinitas proporciones.
Aparecen los acreedores, motivo de la deuda, monto de la demanda y el laudo final. Es de imaginarse si todas estas empresas estuvieran funcionando – más las que se han negado a venir a la Venezuela roja- seriamos hoy la potencia mundial que se perfilaba en la Venezuela democrática.
Quedan numerosos arbitrajes pendientes y sobre todo las expropiaciones y destrucción de fincas ganaderas y de producción agrícola, que se suman por miles en todo el país, donde grandes, medianos y pequeños productores han sido expulsados de sus pertenencias, hoy abandonadas o en manos de los Chávez y sus seguidores más cercanos.
El informe es otra prueba del saqueo de los impostores. Demuestra que Venezuela es tierra desmantelada.
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